PROYECTO CATALÁN DE INGENIERÍA NAVAL

El 'Ictineu 3' sale a flote

Dibujo de la botadura en Barcelona del 'Ictíneo I', el primero de los dos submarinos de Monturiol, en 1859.

Dibujo de la botadura en Barcelona del 'Ictíneo I', el primero de los dos submarinos de Monturiol, en 1859.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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Tras una larguísima travesía de 10 años, el primer submarino científico diseñado y construido en España está a punto de iniciar las primeras pruebas de inmersión. El diseñador naval barcelonés Pere Forès presentó ayer en Girona el 'Ictineu 3', un sumergible de 5,3 toneladas de peso y 4,8 metros de eslora que puede llegar a 1.200 metros de profundidad. La nave ve la luz con cinco años de retraso. Tenía que haber estado acabada en el 2009, para celebrar el 150º aniversario de la primera inmersión del submarino de Narcís Monturiol.

«Iniciamos este proyecto porque vimos que Catalunya y España estaban muy mal en tecnología submarina, ya que no contaban con ningún sumergible para investigación o para usarlo en casos de emergencia. Este sector mueve cada año 46.000 millones de euros en todo el mundo y solo en Gran Bretaña da trabajo a más de 50.000 personas», explica Forès. La pasión de este emprendedor es contagiosa y es la que ha mantenido a flote el proyecto durante todos este tiempo, en el que ha navegado por un agitado mar de problemas económicos.

El 23 de marzo del 2008, en el primer reportaje que publicó este diario sobre el 'Ictineu 3', se cifraba el coste del sumergible en un millón de euros. Ayer, en el Parc Científic i Tecnològic de la Universitat de Girona, Forès cifró el coste total en unos 2,5 millones. «Es poco dinero si se tiene en cuenta que los proyectos para desarrollar un submarino en otros países no acostumbran a bajar de los 7,5 millones de euros. Aquí hemos tenido que recurrir a préstamos y solo un 21% de la inversión ha sido subvencionada, la mayor parte de ella por la Generalitat», comenta el director de Ictineu Submarins, la empresa que ha construido el sumergible y que ha tenido que recaudar 190.000 euros a través de pequeñas aportaciones de particulares para poder terminar la embarcación .

Este Monturiol del siglo XXI lamenta el poco interés que tienen las administraciones de este país por la tecnología submarina y denuncia que cuando argumentó al Gobierno que España era de los pocos países europeos que no contaban con ningún submarino científico, en lugar de apoyar su iniciativa prefirió adquirir un sumergible teledirigido a un país extranjero. «Luego pasan catástrofes como la del Prestige y tenemos que alquilar submarinos a Francia. Con lo que costaron los 50 días que trabajaron en ese naufragio se habrían podido pagar tres Ictineus», denuncia.

A pesar de todos estos obstáculos, Forès está convencido de que los esfuerzos que han volcado en la construcción del sumergible acabarán dando frutos. «Hemos desarrollado una tecnología puntera en la que destacan unas baterías de  ion-litio polímero que son cuatro veces más ligeras y menos voluminosas que las que se suelen usar en este tipo de submarinos. Tienen una autonomía de 10 horas y permiten que el sumergible pueda hacer recorridos de hasta 40 kilómetros bajo el agua», precisa.

Forès asegura que ya hay varias empresas extranjeras interesadas en esos avances. Cuando el 'Ictineu 3' esté listo, lo alquilarán para trabajos científicos y para tareas de emergencia. Quién sabe, igual uno de sus primeros encargos sea aclarar los terremotos del Castor.