La crisis de una institución sanitaria

Sant Pau, ante el abismo

El interior del Hospital de Sant Pau, con pancartas de protesta de los trabajadores.

El interior del Hospital de Sant Pau, con pancartas de protesta de los trabajadores.

ÀNGELS GALLARDO / J.G. ALBALAT
BARCELONA

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El convulso momento económico en que se encuentra lasanidad públicacatalana se complicó ayer con el severo agravamiento de la crisis delHospital de Sant Pau, de Barcelona, un centro endeudado, inmerso en denuncias laborales y penales, sin presupuesto para el 2013 y, desde ayer,sin equipo de gobierno. En estos momentos, el hospital está a cargo deAlbert Salazar, gerente en funciones, yGemma Craywinckel, directora médica, que garantiza la función asistencial. El episodio se inció a las dos menos cuarto con la dimisión «irrevocable» y en bloque de la junta que gestiona su función sanitaria, presidida porXavier Pomésy participada de forma mayoritaria por la Generalitat.

Esta dimisión (cuyo motivo fundamental fue la inacción del Protectorado de Fundaciones de la Conselleria de Justícia, a la que el pasado abril se solicitó que interviniera el centro, económicamente bloqueado e insolvente) fue respondida una hora exacta después por Justícia, que instó a la junta gestora -a la que declaró en funciones- a solicitar un concurso de acreedores que permita la administración del hospital.

Los dimisionarios, no obstante, no se dieron por aludidos ya que, indicaron, los cargos de patronos son «unipersonales» y aunque el Patronato de la Fundación Sanitaria existe y está en funciones, en estos momentos no dispone de junta. «Justícia ha actuado demasiado tarde -indicaron fuentes próximas a los dimisionarios-. La dirección del hospital está en una situación de vacío, que la Generalitat deberá llenar nombrando una nueva junta gestora».

EL PAPEL DEL CENTRO / La dirección del cuerpo facultativo del hospital, que preside el oncólogo Jordi Craven-Bartle en representación de los 695 médicos del Sant Pau, solicitó hace dos semanas al'conseller' ,Boi Ruiz, y volvió a hacerlo ayer mismo, que interceda en la búsqueda de una solución que acabe con la maraña judicial que enfrenta a los trabajadores -representados por su comité de empresa- y la gerencia, consecuencia de las numerosas demandas laborales presentadas por los primeros en rechazo a las medidas de recorte salarial que el hospital ha intentado aplicar desde el 2011, a la vez que el resto de centros sanitarios catalanes. Los médicos pidieron asimismo al 'conseller' Ruiz que «esclarezca» en quién recae la titularidad del hospital -ahora dividido en dos fundaciones: una sanitaria, arruinada, y otra patrimonial, enriquecida- y que defina cuál es la función asistencial que la Generalitat reserva para el Sant Pau en el futuro sanitario de Barcelona. «El 'conseller' nos ofreció su apoyo y reiteró que el hospital ha de mantener su actual condición de centro de máxima complejidad y dotación tecnológica», aseguró Craven-Bartle. «Queremos ser para la Dreta de l'Eixample lo mismo que el Clínic es para la Esquerra -añadió-, y que se dote al hospital del presupuesto para garantizar ese funcionamiento: 190 millones de euros anuales».

El presupuesto del Sant Pau en el 2012 fue de 143 millones, una cifra que los profesionales definen como «muy insuficiente», que incrementó la abultada deuda del hospital, de 57 millones en estos momentos. En esta compleja situación subyace la indefinición del Govern sobre el destino que quiere dar a este centro sanitario -el mejor valorado por los catalanes y el más antiguo de España-, que, en la actualidad, atiende a 450.000 barceloneses.