Malnutridos, no desnutridos

La obesidad en niños y bebés crece en las poblaciones catalanas que más sufren la crisis

Un niño sostiene un plato de sandía

Un niño sostiene un plato de sandía / periodico

ÀNGELS GALLARDO / Barcelona

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En el Cuerno de África, las crisis matan de hambre y los niños nacen y crecen esqueléticos. En la Catalunya más afectada por el paro, las redes familiares y solidarias están parando el golpe y evitando la desnutrición. Pero la escasez económica arrasa los buenos propósitos nutricionales, si alguna vez existieron, y la obesidad grave avanza de forma inquietante en todas las edades que cubre la medicina pediátrica, desde el parto hasta los 18 años.

La doctora Marta Sánchez, que hasta hace una semana atendió en el CAP Río de Janeiro, en el distrito barcelonés de Nou Barris --con 6.000 niños asignados--, tuvo pacientes obesos menores de un año.

Esa paradoja --a más penuria, más obesidad-- se repite en la Catalunya más "deprimida", según la define el pediatra Abel Martínez, de Terrassa. "A más nivel cultural y económico, más lactancia materna y menos obesidad infantil", afirma Sánchez, que ahora visita en el CAP La Pau, de Barcelona.

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