Ignacio Ingrao: "Pueden salir más esqueletos de los armarios"

Ha sido el primero en asomarse a los entresijos del informe de los tres cardenales. Ignazio Ingrao no ha contado con ninguna filtración vaticana, ni lectura directa o indirecta del texto, sino que ha acudido a las fuentes, lo que explica las escasas informaciones publicadas sobre el contenido del dosier, comprendidas en la exclusiva de la revista 'Panorama'. «Cada día nos trae su quebradero de cabeza, pero tenemos la conciencia limpia y seguiremos publicando lo que nos llegue», dice Gorgio Mulé, su director.

-¿Con qué material trabajó?

-He buscado a algunas de las personas interrogadas por la comisión y he hablado con ellos.

-¿Son italianos? ¿Son todos clérigos? ¿Trabajan o viven en el Vaticano?

-Los hay italianos y de otros países europeos, clérigos y laicos. Y los hay que viven en Roma y no trabajan en el Vaticano.

-¿Qué les ha preguntado?

-Pues precisamente qué les habían preguntado a ellos. Los cardenales mantuvieron encuentros con ellos, en los que respondieron tanto a un cuestionario como a entrevistas libres. De todo ello se levantaron actas, pero a los interesados no les dieron copia.

-O sea que cada uno le ha contado su experiencia personal.-Exacto.

- ¿Cómo les conoció?

-Uno me dijo del otro. Supe del primero, hablé con él y le pregunté si conocía a más. Sobre la base de cuanto me dijeron todos, reconstruí después algunos de los elementos que incluye el informe.

-Se sabe que los tres cardenales son de la confianza máxima de Benedicto XVI. Herranz es del Opus Dei; Tomko se ocupaba, mientras existió, de lo que algunos llaman el contraespionaje vaticano, ¿Quién es el tercero, Salvatore De Giorgi?

-Estuvo muchos años en Acción Católica y ha sido obispo de Palermo.

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-No parece suficiente para explicar su presencia en el trío.-Está vinculado al cardenal Camillo Ruini, expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Y adversario, si vale la expresión, del secretario de Estado, cardenal Tarsicio Bertone.

-Y ahora ¿qué?Lo he escrito: «Hasta el comienzo del cónclave, de los armarios pueden salir más esqueletos».