INFORME SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La universidad catalana entra en la lista de las más caras de Europa

Alumnos de la Universitat Pompeu Fabra, en una sala de estudio.

Alumnos de la Universitat Pompeu Fabra, en una sala de estudio.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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La universidad española, y dentro de ella con la catalana en cabeza, ha ingresado este año en el club de las más caras de Europa, un grupo que, salvo excepciones, no ha de confundirse con el de las universidades de mayor prestigio académico. La lista de los estudios superiores más caros de Europa, con precios de matrícula que oscilan entre los 2.000 y los 18.000 euros por curso, la integran, además de España, países como Turquía, Hungría, Lituania, Eslovenia y el Reino Unido, indicó ayer Enric Tello, catedrático de Historia Económica de la Universitat de Barcelona y autor de un informe presentado por el Observatori del Sistema Universitari.

Hasta el curso 2011-2012, el último sobre el que la Comisión Europea ha publicado datos oficiales, España se situaba dentro del grupo de universidades con precios moderados, en el que también estaban Alemania, Italia y Francia, aunque ya en la franja más alta. «Con la subida de tasas de este año, hemos entrado en el grupo de los sistemas universitarios más caros, un grupo muy heterogéneo, integrado por países anglosajones y del Este», explicó Tello.

Así las cosas, la universidad en España era ya el curso pasado la novena más cara de Europa. «Teniendo en cuenta que las tasas en Catalu-nya eran, a su vez, las más altas del Estado, al extrapolar los precios al resto de Europa, nos encontramos con que la universidad catalana quedaría como la tercera más costosa, después del Reino Unido y de Irlanda», agregó el autor del estudio, que compara cifras de la Comisión Europea y datos del Ministerio de Educación. Eso en cuanto a los grados. Si de lo que se trata es de másteres, Catalunya se coloca en el cuarto lugar.

POLÍTICA DE BECAS / «Lo que ponen de manifiesto los informes de la Comisión Europea es que la realidad es muy compleja, que no se ajusta en absoluto al mapa común al que se aspira», señaló el catedrático de Historia. Pero dentro de esa complejidad de sistemas, sí se puede extraer una conclusión: «no es cierto, como dicen los partidarios del modelo anglosajón, que en los países donde los alumnos pagan más por ir a la universidad, haya también un sistema de becas más generoso», afirmó.

Lejos de eso, ocurre lo contrario, es decir que «en términos generales, son los países donde los estudios son gratuitos o más baratos los que becan porcentajes más amplios de la población estudiantil». En España, el 23% de los estudiantes universitarios tuvieron el año pasado una ayuda. En Catalunya, fueron un 18%, según el ministerio.