El precio de la moratoria

El instrumento más importante de financiación de la banca española, las cédulas hipotecarias, puede verse afectado directamente en su coste para esas entidades, como consecuencia de la moratoria de los desahucios y los posibles cambios de la ley hipotecaria. Así lo ponen de manifiesto algunas entidades y la propia patronal bancaria AEB, que considera«un factor negativo a tener en cuenta»el impacto que el cambio regulatorio pueda tener en las valoraciones de las cédulas hipotecarias emitidas por las entidades financieras.

Básicamente, las cédulas hipotecarias son un producto de inversión cuya relación con las hipotecas es que estas ejercen como garantía del mismo. El Banco de España las define como un«activo financiero o título de renta fija que se emite con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora». En realidad se trata de un bono del banco cuyo cobro está asegurado mediante las propiedades inmuebles sobre las que recae una hipoteca del mismo banco. La normativa establece unos límites y condiciones para las hipotecas que se utilizan como garantía.

«Si se introducen dificultades para llevar a cabo la ejecución hipotecaria, la cartera valdrá menos y el coste de emisión de los títulos aumentará»,comentó ayer un experto en tesorería de una entidad financiera. Algunas fuentes señalan que, como consecuencia de los cambios, las nuevas emisiones pueden registrar un encarecimiento de hasta el 30%. En el mercado secundario, donde también pueden venderse los títulos ya emitidos, su valor puede ir a la baja.«Hemos recibido muchas llamadas de inversores extranjeros interesándose por los cambios legislativos. El valor de sus títulos en el mercado puede verse perjudicado»,agregó el experto. Se calcula que más del 50% de los 426.201 millones de euros en cédulas emitidas por la banca española está en manos de inversores extranjeros. Estos títulos constituyen el mecanismo más utilizado por las entidades financieras para conseguir recursos.

No es un producto asegurado por el Fondo de Garantía de Depósitos, que respalda hasta 100.000 euros por cliente y entidad financiera en cuentas corrientes y depósitos. Además, tiene poca liquidez. En el caso del intervenido Banco de Valencia, los tenedores se ven obligados a mantenerlas hasta el 2016 sin posibilidad de venta.

Entre los bancos se teme, por otra parte, que Moody's, la agencia de notación que vigila elratingde estas emisiones, decida bajar la calificación, lo que también tendría efecto sobre el valor de los títulos.