Rajoy anuncia una tregua de desahucios tras otro suicidio

Una mujer de 53 años y con empleo se arroja al vacío desde el balcón de su vivienda en Barakaldo cuando iba a ser desahuciada. Muere, en la que representa la tercera tragedia similar en los últimos 20 días. Horas después, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, utiliza un mitin de la campaña electoral catalana para anunciar, entre aplausos, que las expulsiones de vivienda por impago de hipotecas quedarán temporalmente paralizadas para las personas más vulnerables. Todo eso ocurrió ayer.

La vertiente más dramática de la crisis volvió a estallar en las manos del Ejecutivo. El Gobierno no tenía pensado adelantar nada sobre la normativa antidesahucios hasta que se produjese su reunión del lunes con el PSOE, pero tras conocerse el nuevo suicidio, fuentes gubernamentales se apresuraron a explicar que entre las medidas que entrarán en vigor se encuentra una moratoria en los casos de más necesidad. No añadieron nada más, y cuando se les preguntaba, las mismas fuentes se remitían, de forma misteriosa, a acontecimientos posteriores. Es decir, a Rajoy, que aprovechó su acto electoral en Lleida, a última hora de la tarde, para hacer el anuncio.

Los desahucios de las «familias más vulnerables», dijo el jefe del Ejecutivo, quedarán temporalmente paralizados. «También concretaremos los umbrales de exclusión», añadió. No dijo cuántas personas se beneficiarían de esta iniciativa, ni durante cuánto tiempo estarían suspendidos las expulsiones de vivienda. Será el lunes cuando se conozcan los detalles de la iniciativa.

CONTACTOS / Utilizaciones electorales al margen, el suicidio de Amaya Egaña en Barakaldo sirvió para que el Gobierno se diera aún más cuenta de la necesidad de actuar cuanto antes para atajar esta sangría. Hubo contactos entre Vicepresidencia y el Ministerio de Economía, y después conversaciones con el PSOE. La vicesecretaria general de los socialistas, Elena Valenciano, habló con la número dos del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, con quien se había reunido el miércoles, en un encuentro que sirvió para que ambas partes anunciaran, sin más concreciones, que preparaban «soluciones urgentes, paliativas y preventivas» contra los desahucios. Ahora, los técnicos del Gobierno están redactando a contrarreloj una propuesta.

MEDIDA «INSUFICIENTE» / Pero el PSOE cree que la medida adelantada por el Gobierno, aunque va por el buen camino, se queda corta. Considera que el Ejecutivo, al referirse solo a los más necesitados, pretende limitar en exceso esa suspensión de los embargos. «Tal como está enfocada, se aplicaría a muy pocos casos. Tiene que ampliarse», señalaron fuentes de la dirección del partido.

Los socialistas, que hace varias semanas pidieron perdón por su inacción ante este drama durante la pasada legislatura y registraron en el Congreso una proposición de ley muy completa contra los desahucios, reclamaron ayer la suspensión de todas las expulsiones de viviendas (y no solo en los casos de mayor necesidad) hasta que no entre en vigor la nueva norma, que se tramitará por el mecanismo de urgencia. Su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, envió una carta a las dos patronales de bancos en la que abogaba por esta medida.

ALQUILER SOCIAL / En todo caso, más allá de la suspensión temporal, habrá otras medidas. El PP plantea que las familias que no puedan pagar la hipoteca alquilen la casa al banco con una renta social, así como que se amplíen plazos y se flexibilicen condiciones. De todo esto hablará el lunes con el PSOE, ante el enojo de formaciones más pequeñas, como IU-ICV, que se quejan de que los dos partidos que poco o nada hicieron mientras se gestaba la actual sangría dejen de lado ahora a quienes dieron la alarma.

La Defensora del Pueblo, por su parte, exigió inmediatez en la ejecución de las medidas paliativas.