El congreso Barcelona Social Media Week

Las redes sociales buscan formas de lograr datos privados

De izquierda a derecha, Albert Martí, Andreu Buenafuente y Pau Garcia-Milà, ayer, en el congreso.

De izquierda a derecha, Albert Martí, Andreu Buenafuente y Pau Garcia-Milà, ayer, en el congreso.

CARMEN JANÉ
BARCELONA

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Entrar en una red social requiere datos. Al menos nombre y correo electrónico. Y si es ubicación, sexo, edad, nivel de ingresos y preferencias, tanto mejor. Basándose en esta información que expresa el usuario, se inserta publicidad, teóricamente más relevante para quien la recibe. Es el camino que ha marcado Facebook para el resto de redes sociales, pero, ¿es el único? Este debate fue uno de los principales temas latentes ayer en la primera jornada de la Barcelona Social Media Week que se ha celebrado en la Blanquerna- Univrsitat Ramon Llull.

Lo planteaba Bananity, la nueva apuesta en internet delshowman Andreu Buenafuente y el joven emprendedor Pau Garcia-Milà, que espera lanzar su versión definitiva este próximo diciembre. La red social, que ha logrado unos 30.000 usuarios en menos de un año, se basa en que las personas señalen qué les gusta y qué les desagrada. No se les pide que den sus datos, pueden ser anónimos. Tan solo les piden que lo que cuenten sea verdad. Porque a partir de eso, un motor de búsqueda ofrece recomendaciones personalizadas.

NUEVOS MOTORES «Estamos en el futuro de los motores de búsqueda», afirma Garcia-Milà, cofundador de EyeOs, un escritorio virtual de software libre que utilizan muchas empresas y particulares. «Todos somos expertos en alguna cosa. Y a todos nos gusta algo que no les gusta a los demás», define Garcia-Milà. «Un taxista de Singapur tiene las mismas manías que yo y me podría recomendar algo en concreto. Bananity se basa en recomendar una cosa, un personaje, un viaje, una ciudad o un libro a millones de personas». Como Amazon, pero no sobre compras.

La recomendación viene de otros usuarios o de empresas a través de anuncios. La nueva versión de la red tendrá también una interfaz más sencilla. La clave, según Garcia-Milà, es que no sea intrusiva y que respete la privacidad de los usuarios. Por ello, justifica, el muro de ofertas está aparte y se admiten comentarios, incluso contrarios.

«Antes teníamos losLo amo yLo odio, pero ahora lo cambiamos porMe desagrada. Hay que intentar hacer pensar a la gente que no hace falta tanta violencia», dice Buenafuente, activo usuario de Twitter. «Los usuarios se dan cuenta de que no quieren ir dando datos por ahí. Igual no tienen un perfil público como Andreu, pero tampoco tienen por qué saberse todo de ellos. Aquí solo dices lo que quieres que los demás sepan de ti», explica Garcia-Milà.

Pese a eso, Bananity admite mensajes privados entre usuarios que hayan autorizado que otros les contacten. «Y borrarse en cinco minutos y que no quede ni rastro», apunta Albert Martí, el director general de la empresa.

Otro modelo es el que plantea Fever, una red social que retoma un modelo antiguo, basado en quién tienes cerca y dónde puedes ir. «Es el reto de la localización en el que están Google, Facebook y Apple», afirma Pep Gómez, el responsable de la red que se ha lanzado hace una semana en Barcelona y Marbella. Fever es una aplicación de móvil que permite localizar a amigos que estén próximos y que puedan recomendar lugares. «La gente joven no está acostumbrada a utilizar motores de búsqueda, así que van donde dice uno y el resto sigue como borregos», explica Gómez. A diferencia de Foursquare, otra red basada en señalar la ubicación de los usuarios, en Fever no es el usuario quien dice dónde está, sino la red, y solo lo reciben quien se haya seleccionado. «Si haces un comentario de un lugar y estás allí, hacemos elcheck-in por ti, para evitar fraudes», explica.

ELEGIR Para los publicitarios, los datos de los usuarios son importantes pero no determinantes. «Si tengo tantos usuarios a los que sé que les gustan los restaurantes japoneses y puedo mostrarles publicidad, ya tengo bastante. No necesito saber cómo se llaman ni qué hacen», explica Jordi Urbea, director general de Bassat Ogilvy en España. «El gran logro de Facebook es que la información la aportan los usuarios voluntariamente. No solo dices quién eres sino qué te gusta», añade. Para Urbea, una campaña en perfiles pidiendo que no se usen los datos para algo es simplemente «ingenua».

Otra opinión tiene Raúl Escolano, responsable de innovación de Wunderman España. «Para un anunciante es interesante saber si la audiencia va a poder comprar tu producto. Entornos anónimos pueden ser interesantes para crear imagen de marca o para productos de muy amplio público. Lo que realmente aportan las redes es que tienes la opinión de los usuarios».

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