EL FINAL DE UNA INSTRUCCIÓN DE CUATRO AÑOS

El juez culpa solo a los pilotos del accidente de Spanair en Barajas

Restos del avión de Spanair accidentado en el aeropuerto de Barajas.

Restos del avión de Spanair accidentado en el aeropuerto de Barajas.

MANUEL VILASERÓ
MADRID

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Nadie se sentará en el banquillo por la tragedia de Spanair. Más de cuatro años después de que 154 pasajeros perdieran la vida al estrellarse en Barajas un aparato de este compañía, la Audiencia Provincial de Madrid ha archivado la causa penal al achacar la responsabilidad exclusivamente a los dos pilotos, Antonio García Luna y Francisco Mulet, ambos fallecidos en el siniestro. Los dos técnicos de mantenimiento imputados por 154 delitos de homicidio por imprudencia por el juez instructor han quedado exonerados al considerar el tribunal que no existen indicios de que contribuyeran a la tragedia. A las víctimas solo les queda ahora la vía civil para obtener indemnizaciones económicas.

En los dos autos dictados ayer, la sección 15 de la Audiencia Provincial, integrada por los magistrados Pilar de Prada, Carlos Fraile y Santiago Torres, deja claro que fue la conducta imprudente de los pilotos la que produjo el siniestro. «Se inició la maniobra sin que los pilotos accionasen la palanca de control deflapsyslats, para colocarlos en posición de despegue y tras un repaso de forma descuidada y torpe de las tres listas de comprobación que contenían diversos apartados esenciales del despegue», relata.

Al fallo de los pilotos se añadió otro de origen mecánico. El sistema de alarma TOWS, que debía haberles advertido de su olvido, tampoco funcionó. El juez instructor imputó a los mecánicos de Spanair Felipe García y José Antonio Viñuelas al apreciar indicios de que no repararon de forma correcta la avería de una sonda y que ese error pudo influir en el fallo del TOWS, pero la Audiencia echa por tierra esta tesis.

IMPRUDENCIA / Los magistrados admiten indicios de que los mecánicos actuaron con imprudencia en la reparación pero no ven relación alguna con la falta de funcionamiento de la alarma. «No hay indicios racionales de que la desconexión de la alimentación del calefactor averiado afectase al sistema TOWS y tampoco los hay de que la omisión de la investigación de la causa del calentamiento indebido de la sonda hubiese evitado el fallo del TOWS», concluyen.

Los autos también rechazan imputar a las autoridades aeroportuarias y a los directivos de la empresa fabricante, Boeing, acusados estos por la víctimas de no aplicar unas recomendación de la administración de los Estados Unidos que hubiera evitado la tragedia. La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 advirtió ayer de que el archivo crea «un peligrosísimo antecedente» para la seguridad aérea y un «gravísimo» sentimiento de frustración en las víctimas.