ESPECTÁCULO ASTRONÓMICO

El 'festín' de un agujero negro al devorar una estrella

Unos astrónomos siguen paso a paso el proceso íntegro de atracción, acercamiento y "homicidio"

Estrellas y otras partículas del espacio

Estrellas y otras partículas del espacio / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona

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Un equipo de astrónomos ha logrado observar paso a paso cómo un agujero negro supermasivo devoraba una estrella que se le había acercado demasiado, un fenómeno excepcional que en una galaxia se produce, de media, una vez cada 10.000 años. El festín --"homicidio", según la metáfora empleada por la NASA-- se registró a mediados del año 2010.

La investigación fue coordinada por Suvi Gezari, investigadora de la Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU). Los detalles de la observación se han publicado en la revista científica Nature.

"Los agujeros negros son un poco como los tiburones, que erróneamente son considerados máquinas perpetuas de matar. En realidad, los agujeros negros se mantienen en calma durante la mayor parte de sus vidas hasta que, de vez en cuando, una estrella se aventura demasiado cerca. Y es aquí donde se desenfrena el frenesí sanguinario", ha declarado otro de los coautores, Ryan Chornock, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, también en EEUU.

Difíciles de detectar

Los agujeros negros son inmensos --el detectado ahora tiene una masa tres millones de veces la del Sol--, pero solo se pueden detectar gracias a la radiación que emiten cuando aspiran los gases que se encuentran en sus cercanías.

Así pues, si el entorno es pobre en gas, detectar un agujero negro dormido se convierte en algo sumamente difícil. Hay que tener paciencia y un poco de suerte. El año pasado se detectaron otras dos situaciones similares, aunque no tan intensas, subraya en la misma revista un comentario del investigador Giuseppe Lodato, de la Universidad de Milán (Italia).

Desde Hawái

Utilizando el telescopio Pan-Starrs1, en Haleakala (Hawái), Gezari y Chornock observaron el 31 de mayo del 2010 un brillo inesperado en el corazón de una galaxia situada a 2,7 millones de años luz. El brillo fue aumentando hasta alcanzar su clímax el 12 de julio. Luego fue desapareciendo poco a poco. "Hemos visto el final de una estrella y cómo fue digerida por el agujero negro en tiempo real", dice otro de los autores, Edo Berger.

El análisis del espectro de luz ha permitido determinar la masa, lo que a su vez ha servido para para conocer un poco más el agujero negro. La estrella era concretamente una gigante roja con el núcleo de helio, previsiblemente cerca del final de su vida tras haber consumido la mayor parte del combustible interior de hidrógeno. Los astrónomos creen que la estrella estuvo girando alrededor del agujero negro hasta acabar siendo absorbida.