La alta velocidad hasta la frontera francesa

El AVE sufre otro revés y se retrasa hasta el 2013

El primer TGV que recorrió el tramo entre Figueres y Perpinyà, el 19 de diciembre del 2010.

El primer TGV que recorrió el tramo entre Figueres y Perpinyà, el 19 de diciembre del 2010.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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El AVE no unirá Barcelona y Figueres antes de que acabe el año: una vez más, el calendario de la alta velocidad en Catalunya salta por los aires. A pesar de que durante la última legislatura se reiteró en incontables ocasiones que las obras estarían listas en el 2012, los retrasos en la adjudicación de los últimos contratos demorarán unos meses la puesta en marcha de la línea, según ha podido saber EL PERIÓDICO.

Los nuevos responsables del Ministerio de Fomento todavía no lo han admitido públicamente, pero en las últimas reuniones de seguimiento de los trabajos, sí. Faltan dos escollos por superar. Se trata de las licitaciones de las instalaciones de los recorridos entre La Sagrera y el nudo de Mollet y del tramo que cruza la ciudad de Girona. O sea, la obra civil está prácticamente hecha, pero faltan las vías y los sistemas de electrificación y seguridad.

Hace pocos días, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunciaba que la estructura subterránea de la estación de Girona se había completado. Esta información, junto con la finalización del montaje de vía entre Sant Julià de Ramis (Gironès) y Figueres (Alt Empordà), han sido las últimas referencias a las obras de la alta velocidad de la línea Madrid-Barcelona-frontera francesa, aparte del suministro de traviesas para la vía entre Sagrera y Mollet.

EN MANOS DE LA MINISTRA PASTOR / Pero las noticias sobre las dos últimas y deseadas licitaciones se hacen esperar. Ni Adif ni Fomento han facilitado a este diario los datos actualizados del estado de estos trabajos. Sin embargo, otras fuentes consultadas que conocen el proceso aseguran que para que se cumplieran los plazos y las obras terminasen este año, esos contratos deberían haberse licitado en octubre.

Está por ver qué ritmo imprimirá ahora la ministra Ana Pastor. Si cumple con las intenciones expresadas en sus dos últimas visitas a Barcelona acerca del compromiso del Gobierno con las infraestructuras catalanas, tal vez la alta velocidad tarde algo menos en conectar la capital catalana con Figueres. Lo que es inevitable es que el proceso se alargue hasta el 2013.

LAS IMPRESCINDIBLES PRUEBAS / Esa demora en los trámites ha hecho que todo el proceso se resienta considerablemente. Todo apunta a que las licitaciones podrían ser una realidad a finales de este mes, con lo que las adjudicaciones se realizarían en junio y, con suerte, los operarios podrían empezar a colocar vías, traviesas, catenarias, balasto, postes eléctricos, instalaciones y demás hacia el mes de agosto.

Dado que en la alta velocidad todo está muy pautado, el siguiente paso son las imprescindibles pruebas con los trenes. Por suerte, se trata de dos pequeños recorridos, pues la mayoría del trazado de ancho internacional entre la capital catalana y Figueres está en funcionamiento desde finales del 2010 (ver gráfico). Por esa línea pasan los trenes de mercancías que, varias veces por semana, unen el puerto de Barcelona con Perpinyà, Lyón y Milán.

RECORRIDOS CORTOS / Tanto el tramo entre La Sagrera y Mollet, de unos 15 kilómetros, como el paso por Girona, de 9 kilómetros, son recorridos en gran parte subterráneos, lo que facilitará las comprobaciones técnicas. Sin embargo, algunas fuentes consultadas aseguran que estas verificaciones podrían alargarse entre tres y seis meses, con lo que la inauguración de la línea de alta velocidad se retrasaría hasta más allá del primer trimestre del año próximo. La alta velocidad cruzará Catalunya, pero nuevamente con retraso.