Sisa acusa a los internautas de estar «a sueldo de Telefónica»

El choque de trenes estaba cantado, y ayer, en el primer Laboratori de Pirateria, organizado por Red Points en CosmoCaixa, tras escuchar varias intervenciones clamando el diálogo, la imaginación y la adaptación a los nuevos tiempos, a Lucía Etxebarría y Jaume Sisa se les calentó la boca. «Ninguno de ustedes vive de su trabajo como creador», acusó Etxebarría, que subrayó que no escribirá más novelas porque es una de las autoras «más descargadas de España».

Josep Jover, del Partido Pirata, cuestionó la propiedad intelectual como «pozo sin fondo» y aseguró que «el conflicto es nuevo y las herramientas, también», idea a la que se abonó la abogada Carmenchu Buganza. Mientras esta pidió que «internet siga siendo libre» y celebró que los artistas «ya no necesitan intermediarios ni editores», Sisa movía la cabeza con gesto de desaprobación. Luego añadió que la red no es «libre», sino un «territorio salvaje».

Más templado, Fèlix Riera, director del Institut de les Empreses Culturals, situó las descargas ilegales como «el síntoma de un problema más profundo», y pidió al sector (discográficas, productoras, editoriales) capacidad de resolución para producir una «oferta adecuada» que pueda competir con la piratería. En el camino, Riera acusó a las operadoras de telefonía de «no incentivar el consumo cultural por las vías legales».

Pero, mientras llegan, o no, esa resolución y esos incentivos, la hija de Lucía Etxebarría tiene hambre y se obstina en comer caliente cada día. «Mi primera novela me supuso cuatro años de trabajo prácticamente sin comer ni dormir. Aquí la gente no tiene un euro para comprar un libro, pero sí tiene 40 euros para una tarifa plana de ADSL que es la más cara de Europa», denunció. Momento de tensión cuando le preguntó alpirataJover qué podía hacer para obtener una remuneración por escribir. «Quizá debe cambiar de trabajo», le soltó. Bullicio en la sala.

Etxebarría, con un discurso enojado y frenético, sentenció que vivimos «el fin de la cultura como la conocemos», con la destrucción de lasindies del cine y la música. «Todo se ha ido al carajo. Solo se podrán hacer películas políticamente correctas, pagadas por multinacionales».

«FELICIDADES AL FBI» / Sisa, que comenzó su parlamento felicitando al FBI por el cierre de Megaupload, denunció a los «internautas a sueldo de Telefónica» que intervienen en el debate y al Gobierno de Zapatero por no haber tenido «valor para enfrentarse a los verdaderamente poderosos»: la industria de tecnología y telefonía. Añadió que, como viejo simpatizante del pensamiento ácrata, se sentía «avergonzado» al ver cómo «los piratas usan la palabra libertario».

Quitando un poco de hierro, Juan Carlos Tous (plataforma Filmin) y Carlos Albero (Xtreambox) apuntaron que hay vías claras y legales en la red para llegar al público respetando la propiedad intelectual. Sergio Marqués, director de la revista musicalMondo Sonoro, añadió que «las descargas son el pasado» y que el streamingde Spotify es más atractivo que llenar el disco duro con miles y miles de archivos. Solo hay un problema: «Elgratis totalse ha instalado en la generación más joven».