JUICIO EN GIRONA

Los forenses descartan que el asesino múltiple de Olot sufra una enfermedad mental

Los peritos rebaten un informe psicológico de la defensa en el que se sostiene que Pere Puig sufre un trastorno de personalidad

El autor de la matanza, Pere Puig, entre dos mossos, ayer en el juzgado.

El autor de la matanza, Pere Puig, entre dos mossos, ayer en el juzgado.

FERRAN COSCULLUELA / Girona

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La tercera sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Girona por la muerte de cuatro personas en Olot (Garrotxa) a manos del albañil Pere Puig se ha convertido en un debate sobre la salud mental del acusado. Itziar Idiáquez, jefa del departamento de Psiquiatría del Institut de Medicina Legal de Catalunya, y los médicos forenses Jordi Costa y Narcís Bardalet han asegurado que el albañil "no sufre ninguna enfermedad mental" y que sus excentricidades y su personalidad fría y solitaria no significan que en el momento de los hechos no fuera consciente de sus actos.

"Durante las entrevistas, Pere Puig hablaba con coherencia, entendía las preguntas y sabía distinguir el bien del mal. No tiene antecedentes de problema mental, ni ha estado nunca bajo tratamiento médico ni se le ha recetado ningún psicofármaco. Desde que está en prisión (ingresó en diciembre del 2010), nunca ha solicitado asistencia médica por este motivo y tampoco sufre problemas de alcoholismo o dependecia de las drogas", ha recordado la psiquiatra Itzar Idiáquez.

Por el contrario, los psicólogos Bernat-Noèl Tiffón y Alicia Romero, contratados por la familia del acusado, han presentado un informe en el que aseguran que el albañil sufre tres trastornos de personalidad que pudieron inducirle a cometer los crímenes. "Puig muestra un tipo de pensamiento mágico característico de un trastorno de personalidad esquizotípico y rasgos de trastornos esquizoides y paranoides", han asegurado.

Personalidad

A juicio de estos dos especialistas, la personalidad fría y desconfiada de Puig, la ausencia de amigos y de relaciones de pareja en su vida social, sus excentricidades a la hora de vestirse de sheriff y frases de su declaración ante el juez, en las que aseguró que su jefe Joan Tubert era "como una serpiente" que lo tenía dominado y que se había metido en su interior, son rasgos típicos de este tipo de trastornos.

El infome de los psicólogos ha sido rebatido por los psiquiatras forenses, que solo han coincidido con estos en que Puig es una persona desconfiada y fría. Tras tres horas de debate sobre la salud mental del acusado, el jurado ha hecho dos preguntas a los especialistas (las únicas que ha formulado durante los tres días de juicios). Primero ha preguntado a los psicólogos aportados por la defensa si, con ese supuesto trastorno de personalidad, era posible que Puig pudiera superar los test psicotécnicos para obtener y renovar su permiso de armas como cazador. Una cuestión que no han querido concretar alegando que elllos no se dedican a este tipo de cometidos.

Bombardeo de cuestionarios

La segunda pregunta se ha centrado en la metodología utilizada por los psicólogos, que durante tres días sometieron al acusado a media docena de tests, algunos con más de 500 cuestiones. El jurado quería saber si ese bombardeo de cuestionarios concentrados en tres días podía alterar los resultados de las pruebas.

Los psicólogos han alegado que eso dependía de la habilidad del entrevistador, mientras que los peritos forenses han destacado que todos los manuales aconsejan espaciar las entrevistas en el tiempo para no desvirtuar las respuestas. "Una persona no puede estar atenta más de dos horas seguidas. Un ejemplo claro lo tenemos en los croupiers de los casinos, que como han de estar muy atentos a todo lo que sucede en la mesa de juegos, son sustituidos cada dos horas", recordó el médico forense Narcís Bardalet.