Alarma en aguas del Mediterráneo

Una nueva plaga se asienta en el delta del Ebro y amenaza al mejillón

Un ejemplar de la 'Mnemiopsis leidyi'.

Un ejemplar de la 'Mnemiopsis leidyi'.

SÍLVIA BER BÍS
SANT CARLES DE LA RÀPITA

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Los pescadores han empezado a referirse a ella como «la bombilla». Es lo que les sugiere la forma y la luminiscencia de una nueva especie invasora de nombre imposible, Mnemiopsis leidyi, que definitivamente, dos años después de su detección, no solo ha asentado una población estable en la bahía de los Alfacs (Montsià), sino que presenta una «explosión poblacional elevada», según los biólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Esta bahía es la principal zona productora de mejillón de Catalunya, y tras confirmar que ya completa su ciclo vital en estas aguas, los investigadores se preparan para analizar qué efectos puede tener para la acuicultura y la pesca el hecho de que moluscos y peces de interés comercial tengan que competir por la alimentación con este ctenóforo de unos 8 centímetros que se parece a una medusa y se expande con avidez.

Biólogos del CSIC detectaron la presencia de este organismo gelatinoso en el verano del 2009 en varios puntos del litoral catalán. Desconocían entonces si sería capaz de superar el invierno. «De todas las zonas iniciales, es en la bahía de los Alfacs donde se puede decir que se ha asentado con abundancia, si medimos las pautas básicas, que son que se reproduce y completa su ciclo vital», explica la investigadora Verónica Fuentes.

EXPLOSIÓN DE LARVAS / De hecho, les ha sorprendido que en invierno, mientras que en la mayoría de los puntos de la costa con presencia documentada estos organismos prácticamente desaparecen, en los Alfacs «se da un suceso bastante particular, una explosión de larvas», apunta la bióloga. Este verano se han observado densidades de hasta 10 ejemplares por m3 en las zonas de mayor concentración.

Tras certificar el establecimiento estable del nuevo invasor, los científicos quieren comprobar cuál es su impacto sobre las poblaciones de moluscos y peces de la bahía. Es un organismo carnívoro, que consume zooplancton, otras especies de ctenóforos, huevos y larvas de peces. «Se alimentan de lo mismo que los mejillones, por ejemplo, e incluso hay estudios referentes a otras zonas que muestran que uno de sus alimentos principales de la Mnemiopsis leidyi son las larvas de mejillón, pero no podemos aventurarnos aún a adelantar nada», señala Fuentes.

A LA EXPECTATIVA / Mejilloneros y pescadores empiezan a mostrar cierta inquietud. «Desconocemos la repercusión que puede tener esta especie sobre los cultivos de mejillón y nos preocupa en el sentido de que puede ser un competidor si consume la misma alimentación, pero de momento nadie nos ha dado ninguna explicación, así que estamos a la expectativa», señala Josep Ramon Castells, presidente de la Federación de Productores de Moluscos en el Delta del Ebro (Fepromodel). Este productor sostiene que en la presente campaña no han notado perjuicio en la producción de mejillón, que alcanzará las 2,5 toneladas en la bahía de los Alfacs. A estas se sumaran otros 800.000 kilos en la bahía de El Fangar, al norte. Ambas concentran toda la producción de Catalunya. «Ya la vimos el año pasado pero no le dimos demasiada importancia. Sin embargo, por lo que cuentan, está proliferando bastante», apunta Ramon Carles, también mejillonero.

Por su aspecto, un ctenóforo puede confundirse con una medusa, pero no lo es. De hecho, tienen en común su consistencia gelatinosa y poco más, y ni siquiera es urticante. La Menmiopsis leidyi, originaria de la costa atlántica americana, fue introducida en el mar Negro en los años 80 y antes de que finalizara la década, su expansión fue considerada la causante del agotamiento de las pesquerías. A finales de los 90 llegó al mar Caspio, y provocó la desaparición del 75% del zooplancton.

Desde entonces, apuntan los especialistas, la especie se ha expandido por la costa mediterránea. En el 2009, al mismo tiempo que se observaban poblaciones destacadas en el litoral catalán, se detectó su presencia en Israel e Italia. Fuentes explica que el éxito de su expansión se atribuye principalmente «a la ausencia de depredadores y a la escasa competencia debido a la sobrepesca de peces consumidores de zooplancton».