REFORMA DE UN SUBSIDIO SOCIAL BÁSICO
20.000 entrevistas para cazar al defraudador de la renta mínima
La entrevistadora es una mujer joven, alta, de pelo rizado, que recibe a María Luisa con una amplia sonrisa. Las preguntas son sencillas: ¿Ha salido del país en los últimos meses? ¿Tiene deudas pendientes? ¿Puede mostrar los últimos movimientos de su cuenta bancaria? ¿Ha cambiado recientemente de residencia? Y así hasta 11 cuestiones, con las que la Generalitat trata de controlar cuántos receptores de la renta mínima de inserción (RMI) merecen -como María Luisa- seguir cobrando la ayuda. Estas entrevistas personalizadas son, aseguró ayer elconsellerde Empresa i Ocupació, Francesc Xavier Mena, un requisito necesario para «poner fin a un montón de picarescas». Mena adelantó que la Generalitat estima que «unos 4.000 beneficiarios del subsidio están cobrando por encima del salario mínimo».
Las personas que acuden a las entrevistas de la Generalitat -han sido convocados ya 10.000 receptores y, en las próximas semanas, se llamará a otros 10.000, es decir el 58% del total de beneficiarios- transitan entre el temor y la indignación. El miedo «es que acaben pagando justos por pecadores», objeta María Luisa, una de las usuarias citadas en esta primera ronda. El enfado viene «por tener que demostrar a unos señores funcionarios que ese dinero, esa miseria, no se la estamos sisando», protesta Pilar, otra de las beneficiarias entrevistadas ayer por la tarde. «Es una situación denigrante», agrega la mujer, 54 años, que exhibe dos certificados que la acreditan como participante en un curso de carretillera y otro de reponedora.
MUJERES CON NIÑOS / En la oficina del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) de la calle de Sepúlveda de Barcelona la gran mayoría de las personas que esperan para pasar el cuestionario son mujeres. Muchas de ellas, con niños pequeños a su cargo. En principio, por lo que va diciendo el Govern, el suyo no parece el perfil del presunto defraudador de la RMI. Los principales sospechosos, apuntó ayer elconsellerMena, son extranjeros que han regresado a su país y que estarían cobrando la prestación a través de transferencias bancarias que han sido reconducidas a cuentas abiertas en entidades financieras extranjeras.
El 42% de los beneficiarios de la RMI son, recordó ayer Mena, personas de origen extranjero. De ellos, agregó, unos 9.000, de nacionalidad marroquí. También hay perceptores que «por causas familiares» han regresado a su comunidad autónoma de origen y siguen cobrando el subsidio, observó el titular de Empresa. Otro posible fraude -más difícil de detectar y, por lo tanto, de combatir, reconocieron ayer fuentes de la consejería- es el empleo sumergido.
AUTOCRÍTICA / Ni con el caos generado por la decisión del Govern de modificar este mes el sistema de pago de la RMI, Mena aceptó las acusaciones de improvisación y error que han vertido partidos de la oposición y entidades sociales. «El error ha sido permitir que durante tantos haya habido un despilfarro de recursos», dijo. Su homólogo en Benestar i Família, Josep Lluís Cleries, pidió, en cambio, «disculpas a las familias, los profesionales de servicios sociales y las entidades a las que las medidas de control hayan causado molestias».
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