triunfo de los consumidores

Un boicot organizado a través de Internet logra bajar el precio del requesón en Israel

Los tres principales productores de lácteos israelís han sucumbido a la presión de dos semanas de descenso en las ventas

Un consumidor coge un recipiente de requesón en un supermercado de Jerusalén.

Un consumidor coge un recipiente de requesón en un supermercado de Jerusalén. / periodico

EFE / Jerusalén

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Unboicot al requesón organizado a través de losredes sociales enIsraely bautizado por la prensa local como la versión nacional de la"primavera árabe" ha logrado forzar aloligopolio productor areducirnotablemente susprecios.

"El triunfo del requesón" o "Los consumidores victoriosos" son algunos de lostitularesde losmedios israelíes después de que lostres productores de lácteos, Tnuva, Strauss y Tara, sucumbieran a la presión de dos semanas dedescenso en las ventas.Tnuva, elgigante del mercado, marcó el camino al anunciar el miércoles querebajaríaelprecio de ventaa los minoristas del envase de requesón de 250 gramos desde los actuales5,20 shekels(1,52 dólares o 1,05 euros) hasta4,55 shekels(1,33 dólares o 0,92 euros). Suprincipal competidora,Strauss, y lamás pequeña, Tara,se sumaron a la rebaja horas después.

Elprecio finalpara el consumidor se situará en principio en los5,90 shekels (1,19 euros o 1,72 dólares),aunque existe el riesgo de que las grandes superficies aumenten sus márgenes una vez se calmen las aguas. Lospromotores de la revueltacibernética insisten, no obstante, en que losprecios deben bajarhasta el objetivo que habían marcado de 5 shekels.

Reproches al Gobierno, los minoristas y los agricultores

"Nos alegra la decisión de bajar el precio, pero 5,90 es demasiado. Elboicot al requesóncontinuará", declaró uno de los iniciadores de la protesta, Itzik Alrov, a laedición digitaldel diarioYediot Aharonot.

Tras anunciar larebaja, Arik Schor, consejero delegado delgrupo Tnuva, matizó aldiario económico The Marker: "Sólo podemos recomendar un precio final a las tiendas alimentarias. Nuestro anterior precio final recomendado era 6,97 shekels por envase pero muchos comercios lo vendían entre 7,20 y 8,00 shekels". Por su parte, Zion Balas, máximo responsable deStrauss Israel, cargó las tintas contra las autoridades y otros eslabones del sector agroalimentario. "Todavía esperamos que elGobierno, losagricultoresy losminoristasaporten su granito de arena a la rebaja y respondan a lajusta demandade los consumidores", dijo Balas.

Larevueltacomenzó en lasredes socialescuando el paquete de requesón sobrepasó los 7,5 shekels e incluso los ocho shekels en algunas tiendas.Agricultores,productores,minoristasyGobiernoempezaron a culparse unos a otros de los precios, mientras que la página deFacebooksobre el temasuperaba los 100.000 apoyosy elboicotse extendía aotros lácteos, como la nata o la mantequilla.

Losgrandes almacenesevitaron que la caída en las ventas fuese mayor con unaagresiva política de preciosacompañada de una retóricaen favorde lasreivindicaciones.

"Tnuva apostó a que el follón del requesón se desvanecería tan rápido como empezó (...) Pero el viento se convirtió en huracán. El olor a requesón se coló por todo el debate público. Larabiasobre el crecientecoste de la vidase transformó en indignacióncontra Tnuvay desembocó en unboicot popularcomo no se había visto nunca en Israel", ha resumido el analista deThe MarkerSivan Klingbail.