PREPARATIVOS DE SEGURIDAD

Interior y los activistas dialogan para pactar la manifestación

Un acampado rapa la cabeza a otro en la plaza de Catalunya, ayer.

Un acampado rapa la cabeza a otro en la plaza de Catalunya, ayer.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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El hilo de confianza es frágil y puede romperse en cualquier momento pero, al menos, existe. Lo que, visto lo visto, no es poco. Los Mossos d'Esquadra y el movimiento del 15-M

han retomado los contactos cara a intentar que la manifestación convocada para mañana se desarrolle en paz. Por lo pronto, los indignados han pedido autorización para la marcha e Interior se la ha concedido. Además, las diferencias sobre el recorrido han logrado solventarse. Así, en su primera propuesta, los indignados solicitaron acabar la marcha en la Ciutadella, algo a lo que no fueron autorizados. Al final, la marcha concluirá en la plaza de Palau.

El intercambio de solicitudes de unos y respuestas de otros ha permitido la creación de puentes que solo habían existido horas antes de la final de la Champions. Los organizadores de la marcha se han comprometido a que esta cuente con un servicio de orden. Aunque sus miembros no llevarán petos, sí velarán para evitar comportamientos violentos como los que el miércoles se produjeron ante la Ciutadella. La policía de la Generalitat confía en que esa apuesta permita a los organizadores controlar al grupo de 300 o 400 violentos, según los Mossos d'Esquadra, que se han mezclado con un movimiento hasta ahora pacífico.

REBAJAR LA TENSIÓN / La intención de los Mossos es que ese clima de buenas intenciones permanezca hasta el domingo, con lo que es poco probable que se lleven acciones como un posible desalojo de la plaza de Catalunya, pese a las declaraciones de ayer delconsellerde Interior, Felip Puig, en que señaló que la situación de acampada en la plaza de Catalunya «no se puede permitir mucho más tiempo».