Puig me daría risa si tuviera alguna gracia

La última de Felip Puig me hubiera provocado carcajadas si no fuera porque no tiene ninguna gracia. La prensa, dice elconseller, no muestra a los acampados rompiendo los dedos y los meniscos de los mossos. Le invito, señor Puig, a mirar a un antidisturbios preparado para la acción. No sé si usted sabría por dónde tocarle el menisco, dada la armadura que llevan puesta. Si se ve usted capaz de hacerlo, por favor, déme un cursillo. Por lo que respecta a los dedos, ya durante las protestas contra Bolonia corrió esa historia, y todos sabemos que cuando un mosso se rompe los dedos dando porrazos, el culpable es el apaleado por tener la cabeza o la espalda demasiado duras.

La propuesta de poner cámaras en los cascos de los agentes me parece, en cambio, excelente. No sé si lo que planean exactamente es darles a los soldaditos la consigna de que no miren mucho rato seguido a los manifestantes pacíficos (cosa que por cierto ya hacen, no son capaces de mirarnos a los ojos) o aumentar los ingresos de la Generalitat comercializando una línea de videojuegos. Disculpen la poca seriedad, pero creo que la situación lo merece.

Creo que el poder del señor Puig es envidiable, ya que tiene el poder de mentir de forma descarada e indefinida sin verse obligado a pagar las consecuencias de ello. Empezó insultando nuestra inteligencia, priorizando el fútbol a nuestra propuesta; insultó nuestros derechos robándonos y apaleándonos, disparándonos balas de goma y persiguiéndonos como a terroristas, y ahora insulta nuestra paciencia diciendo que los acampados agredimos a los mossos, que no entendíamos en que consistía la limpieza, etc.

¿Cuántas mentiras serán necesarias para que la sociedad civil, simpatice o no con las acampadas, se dé cuenta de que tenemos a un político que ha mandado a cuatro personas al hospital, una de ellas con un pulmón perforado, y encima se reivindica y dice que en todo momento ha actuado correctamente?

¿Qué hay que hacer para pedir responsabilidades en este mundo de políticos podridos que hacen lo que quieren? ¿Qué hace falta? ¿Que muera alguien la próxima vez?