EN LA REVISTA 'CIVILTÀ CATOLICA'

Los jesuitas consideran que los 'hackers' están cerca de la ética cristiana

Los diferencian de los 'crackers', a quienes califican de meros piratas informáticos

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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Loscrackers crackersson malos pero loshackersackeson buenos y además están cerca de laética cristiana. Esta podría ser una síntesis resumida de un curioso artículo que publicará la revistaCiviltà Catolica en su próxima edición. Esta revista quincenal de los jesuitas, que además pasa un control previo por parte de la Secretaría de Estado delVaticano, suele estar al tanto de la actualidad y en temas de informática cuenta con un grupo de especialistas únicos en el mundo.

Según explica el artículo que firmaP. Antonio Spadaro, experto informático, con el título Ética hacker y visión cristiana, existe "la convicción de que loshackersson unos verdaderoscriminales informáticos", pero no es así si se analiza su identidad y su filosofía. La diferencia está entre los hackers y loscrackers. Estos últimos "destruyen", mientras que los primeros "construyen las cosas" y la definición que ofrece el autor de éstos últimos es que unhacker"se compromete a afrontar los desafíos intelectuales, para darle la vuelta o superar creativamente los límites que le imponen los ámbitos de su interés".

Filosofía creativa

"En general --escribe la revista--, el términohacker se asocia a personas muy expertas en conseguir entrar en portales protegidos, sabotearlos, o incluso son considerados como verdaderos criminales informáticos". Sin embargo, serhacker,afirma el autor, "es como una filosofía de vida, de actitud existencial, lúdica y comprometida, que empuja a la creatividad y a la condición de oponerse amodelos de control, de competición y de propiedad privada". El autor añade: "Intuimos, pues, que hablando de loshacker no nos encontramos frente a problemas de orden penal, sino a una visión del trabajo humano, de la conciencia y de la vida, lo que plantea interrogantes y desafíos muy actuales". El términohacker,añade el autor, puede ampliarse a "personas que viven demanera creativa muchos aspectos de su vida".

Por esta razón el autor del artículo considera que en elcódigo genético de unhackerhay "una vida feliz", la intuición de que el ser humano "está llamado a otra vida, a una realización plena y completa de la propia humanidad". La conclusión es que "entre lafe (católica)y la ética delhacker puede haber muchas sintonías". Una de ellas, según el autor, es que elhacker es una especie deprofeta modernoen el mundo actual "dedicado a la lógica del beneficio", al que elhacker recuerda que "el corazón humano desea un mundo en el que reine el amor y en el que los dones sean compartidos". Puede parecer irónico, afirma Spadaro, pero añade que "sin comparar a loshackers con lacomunidad cristiana, ambos tienen "en común mucho que intercambiar" y cita como ejemplo los despachos deWikileaks. Nada que ver con loscrackers,que el autor considera como simples "piratas informáticos".