La sesión en la Cámara catalana

El Parlament blinda los 'correbous' como secuela del veto de los toros

CiU, ERC, PP y PSC unen sus votos para aprobar la nueva reglamentación

Defensores de los 'correbous' y varios diputados intercambian aplausos.

Defensores de los 'correbous' y varios diputados intercambian aplausos.

ÓSCAR TORAL / Barcelona

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Nada habría decidido el Parlament sobre los correbous en el último pleno de la legislatura si dos meses antes no hubiera abolido las corridas de toros en Catalunya a partir del 2012. Esa prohibición marcó ayer la sesión en la que CiU, ERC, el PP y la inmensa mayoría del PSC aprobaron una regulación de estos festejos, de amplia tradición en las comarcas del Ebro, que en la práctica supone su blindaje. Solo ICV y dos diputados del grupo socialista, Núria Carreras y Josep Maria Balcells, rechazaron el texto. Su correligionario Antoni Comín también quiso hacerlo, pero se equivocó de botón.

Las referencias a la histórica votación del pasado 28 de julio fueron constantes, pero la expectación era mucho menor. Si aquel día la Cámara estaba repleta, ayer solo siguieron el debate cerca de 50 diputados, menos de la mitad del hemiciclo.

Durante la sesión, Iniciativa, el PP catalán y Ciutadans afearon a CiU y ERC su doble rasero por impulsar la preservación de los correbous al poco de haber vetado la lidia. El ecosocialista Daniel Pi destacó la carga identitaria del asunto y les acusó de aprobar el texto para «hacerse perdonar» su posición sobre los toros. Nacionalistas e independentistas defendieron desde el atril que su propósito es asegurar la protección de los animales, y el convergente Francesc Sancho incluso se permitió un símil imaginativo: «Los correbous se parecen más a los rodeos que a las corridas».

CUADRAR EL CÍRCULO / Sin embargo, fuentes de CiU admitieron en privado el ánimo de congraciarse con el electorado del Ebro descontento con el veto de la lidia. «La intención es cuadrar el círculo para no perder votos taurinos», confesó un diputado.

La norma -aprobada por 114 síes frente a 14 noes en una votación en la que cada partido del Govern fue por su lado (ERC respaldó el texto, ICV lo rechazó y el PSC dio libertad de voto)- establece los requisitos de las distintas variedades de los correbous para garantizar «la seguridad de los participantes y del público y, a la vez, la protección de los animales». El texto prohíbe tomar parte en estos festejos a los menores de 14 años y fija límites de duración. Así, las bolas de fuego de los toros embolados no podrán permanecer encendidas durante más de 15 minutos. La ley prevé sanciones de hasta 150.000 euros por las infracciones.

La regulación restringe estos espectáculos a las «localidades y fechas en que tradicionalmente se han celebrado». La Agrupació de Penyes i Comissions Taurines de les Terres de l'Ebre discrepa de este punto, pero en general se declara satisfecha con la norma. «Los correbous ganan en protección, y sus organizadores, en seguridad jurídica», afirmó su presidente, Miquel Ferré.

INDIGNACIÓN TAURINA / Peor se lo tomaron los implicados en el debate sobre las corridas de hace unos meses. El grueso de los defensores de los animales repudiaron la ley y subrayaron que los bous también sufren, mientras que los taurinos pusieron directamente el grito en el cielo. «Ha sido un ejercicio de cinismo político escandaloso», dijo Salvador Boix, apoderado del torero José Tomas.