El viaje del Pontífice al Reino Unido

Un colaborador del Papa tilda a los ingleses de ateos tercermundistas

Un colaborador del Papa tilda a los ingleses de ateos tercermundistas_MEDIA_1

Un colaborador del Papa tilda a los ingleses de ateos tercermundistas_MEDIA_1

BEGOÑA ARCE / Edimburgo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algunos rayos de sol y muchos nubarrones. El pronóstico del tiempo para hoy en Escocia coincide con el ambiente que le espera al Papa. Benedicto XVI inicia su gira de cuatro días por el Reino Unido en Edimburgo y Glasgow entre la devoción de los fieles que acudirán a su encuentro, pero también en medio de una fuerte controversia. El Pontífice «no tiene todas nuestras bendiciones», destacaba ayer por la tarde el titular del diario escocés Evening News. El escándalo de los abusos sexuales del clero, encubierto por el Vaticano, ha desencadenado un apasionado debate sobre la figura del antiguo cardenal Ratzinger y sobre la oportunidad de este viaje. La doctrina católica está siendo analizada al microscopio en un país cada vez más secular. La avalancha de críticas parece estar haciendo mella en los nervios de ciertos miembros de la jerarquía eclesiástica. El cardenal alemán Walter Kasper, asesor de Benedicto XVI, fue ayer abruptamente retirado de la comitiva papal que viaja a Gran Bretaña. El prelado había declarado a una revista germana que el Reino Unido «es un país del Tercer Mundo» marcado «por un nuevo y agresivo ateísmo».

Los comentarios vienen a aumentar la controversia de la gira de cuatro días, que incluye Londres y Birmingham. En la capital británica representantes de las víctimas de abusos del clero convocaron a la prensa para pedir al Papa «que diga la verdad y abra los archivos» donde se hallan los historiales delictivos de los miembros de la Iglesia implicados en las agresiones. Más de la mitad de los sacerdotes católicos encarcelados por pederastia en Inglaterra y Gales siguen formando parte del clero y reciben ayuda financiera de las autoridades eclesiásticas, según un documental emitido anoche por la cadena de televisión Channel 4.

CARTA CRÍTICA / A las protestas se han sumado más de 50 personalidades firmantes de una carta, publicada en el diario The Guardian, en la que critican que el Papa vaya a recibir los honores de jefe de Estado. Se trata, afirman, de una «ficción conveniente que amplifica la influencia internacional del Vaticano». El texto va firmado por escritores célebres como Ken Follett, Terry Pratchett y Philip Pullman, el actor Stephen Fry y la baronesa Turner.

El texto condena la oposición del Vaticano al uso de preservativos y al aborto -«incluso para las mujeres mas vulnerables»-, su rechazo a los derechos de los homosexuales, su afán por promover la segregación en la enseñanza «y el no haber sabido responder a los numerosos casos de abuso de niños en su propia organización».

La audiencia que tendrá lugar está mañana con la reina Isabel II en el Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo forma parte de los honores de Estado. El Pontífice recorrerá las principales calles de la capital escocesa en un nuevo modelo de papamóvil cubierto, en medio de extremas medidas de seguridad. Más tarde, en Glasgow, celebrará una misa, prevista en principio para 100.000 personas, pero a la que parece que solo asistirán 65.000 fieles. El resto de las entradas no se han vendido. En Bellahouston Park, escenario del acto religioso, decenas de personas ensayaban ayer por la tarde la ceremonia, mientras un equipo de jardineros colocaba miles de flores blancas y amarillas. En aquel mismo lugar, en 1982, el papa Juan Pablo II recibió una bienvenida multitudinaria y hasta entusiasta. Desde entonces se han sabido muchas cosas y han cambiado otras tantas.