Transporte y obras urbanas

Rodalies necesitará un año para recuperar a los viajeros perdidos

Viajeros del primer semidirecto de Puigcerdà llegan a Barcelona, ayer.

Viajeros del primer semidirecto de Puigcerdà llegan a Barcelona, ayer.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Rodalies ha perdido un 15% de los viajeros de las líneas R-3, R-4 y R-7. El motivo ha sido el corte del túnel entre Sant Andreu Arenal y Arc de

Triomf por las obras de la estación de Sagrera-Meridiana. Desde ayer, estos usuarios pueden dormir un rato más y desayunar y leer el periódico con tranquilidad (así se lo propone la propia Generalitat en una campaña publicitaria) porque sus desplazamientos no serán la carrera de obstáculos que han sido durante los últimos seis meses.

La buena noticia es que la vuelta a la normalidad se ha hecho

coincidir con el regreso de los escolares a las aulas y, de rebote, de sus padres al ritmo laboral habitual. En un primer momento, los trabajos no tenían que finalizar hasta la Diada, pero se completaron el pasado fin de semana. La interrupción del transporte ferroviario en este punto comenzó el 28 de marzo.

En todo este tiempo los pasajeros han tenido que utilizar medios de transporte alternativos, con lo que su tiempo de viaje ha aumentado considerablemente. Esto ha hecho que durante el periodo que ha durado el corte del túnel ha habido unas 5.000 personas que cada día han dejado de viajar en Rodalies y que, tal como expuso ayer el secretario de Mobilitat, Manel Nadal, la Generalitat aspira a recuperar en un plazo aproximado de un año.

ESTRENO CON RETRASO / Y mientras Nadal se felicitaba en la estación de Sant Andreu Arenal por el buen funcionamiento del primer día de recuperación de los trayectos de Rodalies, el primer semidirecto entre Puigcerdà (Cerdanya) y Barcelona ya había alcanzado Sants. Reivindicadísimo servicio, los pasajeros pueden desde ayer desplazarse entre estos dos puntos dos veces al día en 43 minutos menos.

No obstante, un problema en la electrificación en Parets del Vallès (Vallès Oriental) ensombreció un poco el brillante estreno. El tren que había salido a las 6.20 horas de Puigcerdà y que tenía que llegar sobre las nueve de la mañana a la capital catalana arrastró nueve minutos de demora en la estación de Plaça de Catalunya y cinco en la de Sants.

CAMBIO DE SEÑALES / Una de las cosas curiosas de la puesta en marcha del semidirecto de la Cerdanya es que se han tenido que colocar 400 señales de tráfico nuevas en el recorrido, recalcaron fuentes ferroviarias. Como los trenes deben circular más rápido para acortar el trayecto, la velocidad máxima permitida en función de los tramos se ha aumentado, con lo que los maquinistas también se han tenido que acostumbrar a los nuevos viajes.