UNAS COLONIAS INTERGENERACIONALES

Padres y sin compromiso

La oferta de actividades para 'singles' se ha ampliado en los últimos años a personas con hijos H Los progenitores valoran la aceptación que tienen entre los pequeños

Un grupo de 'singles' con sus hijos en unas colonias en Ullastret, la semana pasada.

Un grupo de 'singles' con sus hijos en unas colonias en Ullastret, la semana pasada.

FERRAN COSCULLUELA
ULLASTRET

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Si le gusta conocer gente, practicar actividades al aire libre, hacer felices a sus hijos y, además, es una persona felizmente casada, debería dejar de leer este reportaje ahora mismo, porque puede ser perjudicial para su estabilidad matrimonial. Seguramente habrá oído hablar del fenómeno de lossingles, pero igual desconocía que esta oferta de ocio y amistad destinada a divorciados, solteros y viudos se ha ampliado en los últimos años a personas sin pareja con retoños a su cargo. El resultado es un éxito: mientras los pequeños se divierten de lo lindo, los padres aprovechan para conocerse más a fondo.

Mireia Garreta es relaciones públicas de la página www.singlesbarcelona.es, uno de los muchos portales dirigidos a las personas solas que quieren encontrar amigos o pareja. Durante los tres años que lleva trabajando en esta empresa, su vida se ha vuelto un auténtico torbellino. «Tenemos mucho movimiento y grupos por toda España. Organizamos cenas, salidas nocturnas, excursiones al campo, quedadas con moto... tenemos hasta 260 grupos diferentes»,explica.

Granja y velero

Mireia tiene un hijo de 12 años, Jordi, que la acompaña en todas las actividades organizadas para padres sin compromiso. La última de ellas, una estancia de tres días en la escuela granja de Can Pau, situada en las proximidades de Ullastret (Baix Empordà).«La verdad es que estas actividades con niños tienen mucha aceptación, estos días solo somos 32 personas, pero la semana que viene llegaremos a las 80»,señala.

El secreto de esta fórmula, que en este caso incluye una salida en velero, lo resume un empresario barcelonés de 40 años que hace un año que acude a estos encuentros con sus dos hijas. «Hay veranos en los que alquilo una casa con piscina y, al cabo de dos días, las niñas ya están aburridas. Aquí en cambio no paran en todo el día. Se lo pasan bomba, y yo también, porque he conocido a mucha gente y en un año he hecho más cosas que en toda mi vida», explica.

El grupo de niños que juega y alborota por Can Pau corrobora la versión de este divorciado, que prefiere mantenerse en el anonimato porque su ex no ve con buenos ojos las actividades parasingles. Un auténtico abanico de posibilidades para estos padres sin compromiso cuya timidez inicial (algunos eran primerizos) contrasta con la sintonía espontánea de sus pequeños.

«A mí me lo recomendó una prima, y desde que vengo me ha subido la autoestima un montón, porque salgo, conozco gente y veo que no soy un bicho raro»,comenta convencido un ebanista de Palau de Plegamans.