El futuro del último coso

BCN descarta por ahora adquirir la Monumental para uso público

El grupo Balañá dice que aún no tiene planes para resucitar el equipamiento

Actuación de Tina Turner en la Monumental en mayo de 1987.

Actuación de Tina Turner en la Monumental en mayo de 1987.

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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que nadie espere un flamante equipamiento público que releve a la fiesta taurina en la Monumental. No están los tiempos para inversiones multimillonarias y todavía resuena la demesurada inversión y los años de obras que ha precisado el coso de Las Arenas para reinventarse. El ayuntamiento descarta la compra del recinto y no tiene ningún plan al respecto, mientras que el grupo Balañá (la propiedad) señala que la decisión es tan repentina que aún no ha tenido tiempo de replantearse su futuro, más allá de pedir indemnizaciones.

Fuentes municipales agregan que no está prevista ninguna recalificación del terreno que ocupa, por lo que debería acoger forzosamente equipamientos y en principio no podría convertirse en el macronegocio que está llamado a ser el ruedo de Las Arenas, en la plaza de Espanya. La adecuación de la Monumental, no obstante, no sería sencilla, ya que su catalogación patrimonial impone aún más restricciones, que no solo afectan a su fachada, sino también al interior.

Al margen de afirmar que de momento no hay proyecto de reconversión, la empresa propietaria reiteró ayer que iniciará un «plan de actuación para reclamar» lo que consideran que «legalmente» les corresponde. Pedro Balañá declaró ayer a través de un comunicado oficial que lamenta la decisión tomada desde «el respeto a todas las sensibilidades». Considera que se trata de una «limitación a la libertad individual y empresarial, que no es coherente respecto a la relación del hombre con los animales en otros ámbitos y que supone la pérdida de una tradición histórica en la ciudad de Barcelona y en Catalunya».

INTENTO FALLIDO / La instalación, levantada en 1914 y ampliada con el nombre de Monumental dos años después, estuvo a punto de empezar a escribir una nueva historia hace tres años, cuando Jordi Portabella (ERC), entonces al mando del Instituto de Mercados, abrió una cruzada para reconvertir el coso en sede del mercado de los Encants. La idea le supuso su primer gran conflicto con el alcalde Hereu, que inicialmente le desautorizó en público y luego lo contempló como una posibilidad que no prosperó.

La polémica, más allá del debate taurino, ha ido ligada también a la caja registradora. En el 2007, la empresa decía cargar con pérdidas de unos 24.000 euros por festejo y dejó entrever el cese de las corridas aunque la salmantina Casa Matilla pasó a hacerse cargo de la gestión y afirma que la plaza no pierde dinero en ninguno de los festejos, con una media de 7.000 espectadores.

En su dilatada trayectoria, el coso ha funcionado también como escenario de conciertos, con el desembarco de The Beatles como uno de sus grandes hitos. Pero además ha sido foro de mítines políticos –con Felipe González incluido en 1977– y de espectáculos circenses, gracias a los 25.000 asistentes que puede albergar en caso de recitales y utilizando también la arena.

A la Monumental más le vale no mirarse en el espejo de Las Arenas, que puso cerrojazo a las corridas en 1977. Las obras (superarán los 200 millones) para reconvertirla en centro comercial comenzaron en el 2003 y aún se mantienen, tras un parón por dificultades financieras.