el recorrido de la iniciativa popular

Cinco activistas proanimales pusieron en marcha el veto

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Empezaron cinco personas. «Un pequeño grupo de gente, amigos implicados en asociaciones animalistas, que decidimos, a mediados del 2007, ver qué podíamos hacer por el toro», recordaba ayer Leonardo Anselmi, uno de los miembros de ese reducido equipo inicial. A lo largo del año siguiente, se les sumaron otras seis personas. Y en cuanto hicieron pública sus intenciones, otros 880 voluntarios, de toda Catalunya, se volcaron hasta lograr las 180.089 firmas que finalmente se presentaron ante el Parlament pidiendo la abolición de las corridas en Catalunya.

Como una mancha de aceite. La iniciativa, que empezó a gestarse en un despacho de la calle Mallorca de Barcelona, ha alcanzado una dimensión internacional. El lunes, la plataforma entregó 140.000 nuevas firmas recogidas por la Sociedad Mundial para la Protección Animal en 120 países. La expectación que ha generado la acción es amplísima. «Desde el sábado, he atendido a 107 medios de comunicación extranjeros. Sin contar a la prensa española», señalaba Anselmi, ayer a media tarde.

RÁPIDOS Y EFICACES / El despliegue de la Plataforma Prou –hasta el sector protaurino lo reconoce– fue efectivo, rápido y eficaz. Los voluntarios se expandieron por todo el territorio. «Hubo firmas en el Ebro y en pueblos muy pequeños del Pirineo, como Sort o Espot, en el Pallars Sobirà», relata el portavoz de la entidad.

«Sabemos que no todos los que se han declarado antitaurinos son animalistas, pero la verdad es que la gente se volcó», explica Anselmi. «Y eso que era una causa altruista, en la que el interesado no puede agradecer el apoyo recibido», agrega. La estrategia, tras un año de trabajo, fue simple: se colocaron más de 300 mesas para recoger firmas en lugares muy bien elegidos. «La que mejor resultado dio fue la que se colocaba los sábados junto a El Corte Inglés de la plaza Catalunya de Barcelona. Batió el récord», indica Anselmi. Conciertos en el Palau Sant Jordi, partidos de fútbol en el Camp Nou, encuentros sardanistas y fiestas mayores. El caso era encontrar puntos donde hubiera prevista importantes concentraciones de ciudadanos.

CONTRA EL MALTRATO Los primeros apoyos se recogieron el 11 de diciembre del 2008. Ciento veinte días después, el límite que da la ley, se habían recabado más de 180.000. El 9 de mayo del 2009, las firmas llegaron al Parlament, que el 18 de diciembre acordó su admisión a trámite. Fue clave para el éxito no incluir a loscorrebous. Al principio se plantearon si ir solo contra los toros o hacer extensiva la propuesta a todos los espectáculos en los que se maltratan animales, categoría en la que incluyen loscorrebous, los circos y el delfinario del zoo. «Hicimos lo primero porque era más sencillo aglutinar el respaldo social necesario, pero para nosotros ningún maltrato es aceptable», explica Anselmi

Desde la reforma, en el 2006, de la ley de Iniciativas Legislativas Populares (ILP), la del veto al toreo es la primera que puede ser aprobada por el Parlament. La nueva normativa –que revisaba una anterior de 1995– buscaba facilitar la presentación y retirada de las ILP. Entre otras cuestiones, la ley actual reduce de 65.000 a 50.000 el número mínimo de firmas que han de avalar la iniciativa. Desde entonces, se han quedado por el camino la petición de prohibir el cultivo de transgénicos y la de bilingüismo en las escuelas.