Golpe a una organización delictiva

Los 'casuals' aplicaron al delito la furia que les hizo amos de la grada

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Las subculturas juveniles, cuentan los científicos sociales, atraen a los chicos porque ofrecen una identidad y la sensación de pertenencia a un grupo en una etapa de desconcierto. Pero loscasualsdel Barça no son chicos. Hablamos de unos 50 hombres de entre 30 y 40 años, bastantes con hijos. «Hace tiempo que para ellos sercasualdejó de ser un estilo de vida para convertirse en una forma de buscarse la vida», dice un hincha que dejó de ir al Camp Nou espantado y asqueado a partes iguales precisamente por loscasuals. Solo de forma anónima acceden este y otros dos hinchas a hablar de la facción. «La grada es un mundo pequeño en el que todos nos conocemos».

La subculturacasualnació en los estadios ingleses a finales de los 70. Loscasualsdel Liverpool afirman que fueron los primeros y ninguna afición les desmiente con firmeza. Como desmarque generacional de los rústicoshooligansde gorro y bufanda y de los marcialesskinheads, los cachorros de Anfield adoptaron una imagen pulcra, con predilección obsesiva por la ropa y el calzado deportivo de marca. Adidas, Fila, Sergio Tacchini, Benetton eran firmas fetiche a las que los seguidores del Liverpool (campeón de Europa en 1977, 1978, 1981 y 1984) tenían acceso en los desplazamientos al continente del equipo.

Los 39 aficionados muertos en la final de la Copa de Europa de 1985, disputada entre Liverpool y Juventus en Heysel, hicieron que las autoridades se tomaran en serio el vandalismo futbolero. Los ultras adoptaron en masa la discreta imagencasualpara despistar a la policía. ¿Su lema? Fútbol, peleas y moda.

La corrientecasualllegó a las filas de los Boixos Nois recién estrenada la década de 1990. «Una de las primeras cosas que hicieron los Casuals FCB fue desplegar una gran pancarta con su nombre. ¡Cuando sercasualconsistía en pasar desapercibido!», dice un veterano del fondo norte del Camp Nou.

ASCENSO AL PODER / Pronto se convirtieron en una facción autónoma dentro de los Boixos. Desde esa posición tampoco tardaron en alcanzar la hegemonía. «A loscasualsse les tenía una mezcla de respeto y miedo dentro de la peña. Eran los más bestias. Todo el mundo sabía que eran capaces de cualquier cosa. No les costó tomar la batuta de los Boixos», dice el primer hincha anónimo.

La misma fuente indica que los Boixos eran en sus inicios independentistas radicales e incluso los había de izquierdas. «Pero desde que mandan loscasualssi alguna cosa son es fascistas y españolistas».

Alcanzado el poder en los Boixos, loscasualsquisieron dominar las gradas. Con amenazas y agresiones. «No soportaban que otros grupos de animación les quitáramos el protagonismo. La verdad es que nos tenían acojonados. A más de uno le amargaron la vida», dice un tercer aficionado. Y añade: «En las visitas a otros campos tenías más miedo de los seguidores de tu equipo que de los rivales. Cuando la policía nos ponía a todos juntos casi pedíamos que nos pusieran con los adversarios».

Sangrante para las otras peñas era la «impunidad» con que actuaban loscasualsen el Camp Nou. El episodio más infame sucedió en diciembre de 1997. El minuto de silencio por el boix noi fallecido Sergio Soto no fue respetado por un grupo de fanáticos. Loscasualscruzaron como Pedro por su casa medio estadio y apalearon a Sang Culé. No importa tanto que, según algunos aficionados, los gritos de «Fuera nazis del Camp Nou» no procedieran de Sang Culé como que nadie detuviera a loscasuals, ninguna cámara les grabara y ninguna investigación sobre los hechos abriera el club.

DEL ESTADIO A LOS NEGOCIOS SUCIOS / Los tressupportersconsultados dicen que entre los culés radicales era de dominio público desde hace al menos una década que loscasualsse dedicaban a actividades delictivas. Especialmente al tráfico de drogas.

¿Cómo dieron el salto de imponer su ley en el campo a los negocios delictivos? «Durante mucho tiempo hicieron lo que les vino en gana. Nadie les paró los pies. Con intimidación y ultraviolencia lograron todo lo que quisieron en los estadios. De manera que decidieron seguir la misma estrategia en la calle», dice uno.

A su entender, entre el núcleo duro decasualsal cual pertenecen los 14 detenidos el miércoles pasado «hay una amistad fuerte, incluso sentimiento de hermandad».

Las amenazas recibidas por algunos empresarios del ocio nocturno, así como las descripciones que hacen de los ataques y destrozos sufridos en sus locales, certifican que loscasualstuvieron un buen entrenamiento en las gradas.