CON EL ALCALDE DE MONTBLANC

Las monjas de Vallbona de les Monges piden dinero en Madrid para salvar el monasterio

Intentan reparar el tejado del monumento del Císter que cuesta 375.000 euros

EFE
MADRID

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Las monjas de Vallbona de les Monges (Urgell) han vuelto a Madrid, no porque desde aquí se vaya directo al cielo, sino porque han emprendido una cruzada de captación de fondos para restaurar uno de los monasterios cistercienses más emblemáticos de Catalunya.

Y lo han hecho acompañadas por el exdiputado de ERC y alcalde de Montblanc (Conca de Barberà), Josep Andreu, que se ha involucrado desde el principio en esta campaña para rehabilitar Vallbona de les Monges, que junto a Poblet y Santes Creus, ambos en Tarragona, forman parte del denominado triángulo del Císter.

Tumba de una reina

El monasterior de Vallbona de les Monges es una joya del siglo XII, dependiente del Arzobispado de Tarragona, donde, además, está enterrada la reina Violant de Hungría, la segunda esposa de Jaime I de Aragón, y la princesa Sancha, la hija de ambos.

Ahora las monjas "se están trabajando" el tejado, que cuesta unos 375.000 euros "y está fatal", han explicado la madre abadesa Anna Camprubí y la priora Gloria Nogué, que se han acercado hasta el Congreso de los Diputados para dejar "unas botellitas de cava" por Navidad.

De esta forma, han querido corresponder al "agradable" trato que recibieron por parte, entre otros, del presidente de la Cámara, José Bono, a quien visitaron hace dos semanas.

Visita al Ministerio de Fomento

Hoy, antes de volver a casa, han estado toda la mañana en el Ministerio de Fomento "negociando" la partida de su tejado con cargo al 1% cultural y han salido contentas, aunque aún no hay nada hecho.

Son incansables, igual que Andreu, que siempre viene con ellas, y no se conforman con un "no" fácilmente, y así, de visita en visita a Madrid, han conseguido del Ministerio de la Vivienda 4,6 millones de euros para unas obras de acondicionamiento general, que se han hecho en varias fases y están a punto de culminar.

Pero la cruzada sigue porque las obras, "en una casa tan grande, nunca se acaban", ha afirmado el alcalde de Montblanc.