Cambios en las tribus urbanas

La llegada de nuevos grupos dispara la violencia entre bandas juveniles

La 'ñ' de ñetas en un muro de l'Hospitalet de Llobregat.

La 'ñ' de ñetas en un muro de l'Hospitalet de Llobregat.

ANTONIO BAQUERO / DAVID PLACER
BARCELONA

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La paz ha terminado. Los años de calma relativa logrados gracias a la conversión de parte de los Latin Kings y los Ñetas de Barcelona en oenegés legales han tocado a su fin. Los incidentes violentos protagonizados por miembros de grupos juveniles se han disparado en los últimos meses dejando ya en el camino al menos a tres víctimas mortales, ya sea en el marco de peleas entre bandas o por ajustes de cuentas relacionados con el tráfico de drogas, una actividad en que los nuevos grupos cada vez están más metidos. Este cambio a peor es especialmente preocupante pues, según estudios que manejan los Mossos d’Esquadra, que siguen muy de cerca el fenómeno, el 2% de los jóvenes de origen latinoamericano residentes en Catalunya tiene una vinculación mayor o menor con esos grupos violentos.

La razón de la erupción violenta está en la aparición y expansión en Catalunya de nuevos grupos de jóvenes violentos. Esencialmente, la temida Mara Salvatrucha (MS13) y los belicosos Panteras Negras (Black Panthers). A su estela han surgido media docena de bandas menores: los Trinitarios, los Bloods, los Crips, los Vatos Locos, los 48, los 42...

MARCAR TERRITORIO / Están nuevas bandas, sobre todo la MS13 y los Black Panthers, están buscando constantemente el choque con las bandas ya asentadas como Latin King y Ñetas. «Han llegado más tarde y, para hacerse respetar, recurren a la violencia como modo de marcar territorio», comenta un experto en esas bandas de los Mossos d’Esquadra, el cuerpo policial con más especialistas en un fenómeno que han bautizado como «nuevos grupos juveniles organizados y violentos».

Las cosas empezaron a torcerse hace dos años, cuando se detectó la presencia de los Panteras Negras, un grupo muy violento formado por dominicanos. Jóvenes que ya estaban integrados en ese grupo en la República Dominicana se instalaron en Catalunya y crearon el germen local de una banda, que va creciendo con rapidez.

Los Black Panthers, así como los Trinitarios, los Crips o los Bloods, se han desarrollado puesto que los jóvenes dominicanos vieron que, por ser de raza negra, no podían entrar o si entraban no podían subir en el escalafón de los Latin King y los Ñetas. Los Mossos alertan de que los Black Panthers, muy presentes sobre todo en L’Hospitalet y en el Casc Antic de Barcelona, están financiándose con al tráfico de hachís y marihuana.

Hace dos años que se detectó en Catalunya a la Mara Salvatrucha, también conocida como MS13 y a cuyos miembros se responsabiliza de al menos dos de los últimos cuatro jóvenes asesinados.

En esta ocasión, este grupo es una recreación local de la organización original. De hecho, si los Latin King y los Black Panthers se nutren respectivamente de inmigrantes de Ecuador, Bolivia y República Dominicana, países donde esos grupos son muy potentes, no pasa lo mismo con la Mara, pues es un fenómeno esencialmente centroamericano y en Catalunya la presencia de personas de esos países es muy reducida.

IMITACIÓN POR INTERNET / «Aquí lo que existe es una copia de esa mara. Son chicos que reproducen la simbología y la forma de actuar de la mara original. Como saben que en origen es un grupo muy violento, la mara aparecida aquí intenta ser también más violenta que las otras bandas», comenta este responsable de los Mossos, que recuerda: «Al principio eran unos pocos jóvenes fascinados por esos grupos, que habían visto vídeos en internet y que empezaron con algunos grafitos en las calles. Pero han ido creciendo y ahora son una amenaza muy seria».

La Mara Salvatrucha se ha consolidado en L’Hospitalet, en Santa Coloma y el Prat, así como en los barrios barceloneses de Collblanc y el Raval. Además, han empezado a aparecer en Castelldefels. Por si eso no fuera suficiente, la M18, la mara que rivaliza con la MS13, ha aparecido en otras localidades catalanas.