El 'violador del Eixample', a la cárcel por acosar a una menor

No tiene remedio. Alejandro Martínez Singul, tristemente conocido como el violador del Eixample, fue detenido el miércoles por intentar violar la semana pasada en Barcelona a una chica de 12 años, la cuarta vez que reincide  desde que abandonara la cárcel en el 2007. Había cumplido 16 de los 65 años de prisión a los que fue condenado por 10 casos de agresión sexual y la junta de tratamiento de Quatre Camins ya estimó entonces que no estaba rehabilitado. Ahora, además, se encontraba en libertad provisional a la espera de que se hiciera firme una condena de otros dos años. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona decretó ayer prisión sin fianza para Martínez Singul y le imputó los delitos de agresión sexual en tentativa y robo con violencia e intimidación en tentativa.

La última agresión se produjo en el Eixample. El 1 de octubre, Singul siguió a una joven de 12 años que iba camino de su casa y entró en la finca en la que vive. Cuando la chica quiso subir a su piso, el violador se metió con ella en el ascensor, donde le exigió que le entregara los objetos de valor que llevaba y se bajara los pantalones. Al escuchar ruidos en el portal del edificio, Martínez Singul salió un momento, lo que la niña aprovechó para cerrar la puerta, subir y refugiarse en su casa.

En comisaría, la joven identificó a Martínez Singul en las fotos de violadores que se le mostraron. Seis días después, los Mossos d’Esquadra localizaron al agresor sexual, que en agosto fue expulsado, por la presión vecinal, del piso donde vivía con su madre en Lloret de Mar. Antes había tenido que dejar por la misma razón el piso de su madre en La Llagosta.

ESPERAR EL RECURSO / El fiscal pidió ayer el ingreso en prisión sin fianza debido a la gravedad de los hechos. Justo ayer también debía celebrarse la vista en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona del recurso que había presentado la defensa del violador múltiple contra la condena a dos años que le fue impuesto en junio. En aquella ocasión, se le juzgó por seguir a dos mujeres que salían del metro pero que lograron cerrarle la puerta de su finca antes de que entrara. Después, se masturbó ante ellas. El juez decidió que no ingresara en la cárcel mientras que la condena no fuera firme.