Los vecinos piden que se aclare la trama urbanística del hotel

Los vecinos del Casc Antic han aprovechado la tormenta mediática desatada en torno alcaso Milletpara insistir en su empeño de paralizar la construcción del hotel del Palau de la Música. Con ese objetivo entregaron ayer a la fiscalía un escrito en el que describen la operación urbanística en relación a los terrenos donde está programada la construcción del hotel, para que se indaguen posibles irregularidades.

El abogado de los vecinos, Daniel Jiménez, apunta que tienen «graves dudas» sobre la legalidad de la operación, que incluye la aprobación de la construcción de un hotel de lujo en unos terrenos calificados por el Plan General Metropolitano (PGM) como equipamiento docente (pertenecían a La Salle). Además, los vecinos denuncian que la Fundació, una vez adquiridos los terrenos, cedió la explotación del hotel a la empresa Olivia Hotel SA, cuyo propietario es «curiosamente» vocal de la junta del patronato Fundació Orfeó-Palau.

El escrito también denuncia la existencia de un informe de la Conselleria de Economia en el que se cita una compensación de «como mínimo» 3,6 millones de euros por la recalificación de los terrenos.

Por otro lado, los vecinos han presentado al consistorio alegaciones a la reforma del PGM, donde denuncian «la incompatibilidad manifiesta de la implantación de un hotel en unos terrenos calificados como equipamientos» y la protección patrimonial: el actual proyecto permite cambiar el interior de las fincas 13 bis y 15 de la calle de Sant Pere més Alt, donde está previsto que se levante el hotel, y permite el derribo del número 17. De momento la iniciativa está parada, y el arquitecto Óscar Tusquets, autor del proyecto, ha abandonado el barco.

Hereu asegura que corresponde a la nueva junta del Palau decidir si se sigue adelante con el hotel, aunque cree que debería materializarse si los promotores tienen legitimidad.

ANÓNIMO PREMONITORIO / Los vecinos aprovecharon la ocasión para hacer público un anónimo que recibieron en junio del 2008 en el que, entre otras cosas, se denuncia el fraude a Hacienda y el desvío de los fondos populares para la rehabilitación del órgano. Maria Mas, presidenta de la Associació de Veïns per la Revitalització del Casc Antic, explicó que el anónimo les llegó por correo ordinario y firmado por los Amics del Orfeó Català, entidad inexistente.