CONFLICTOS

Un ganadero y sus vacas atascan el proyecto de un jeque en Berga

El jeque El Maktoum, con un halcón.

El jeque El Maktoum, con un halcón.

EDWIN WINKELS
PEGUERA

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Su paciencia es tan grande como su nombre. El jeque Butti Bin Maktoum Bin Juma el Maktoum no quiere disputas, y menos con los lugareños que algún día serán sus vecinos. Hace casi seis años, en octubre del 2003, el millonario árabe, miembro de la familia Al Maktoum, que gobierna desde 1830 los Emiratos Árabes Unidos, compró por 3,6 millones de euros el pueblo abandonado de Peguera, en las montañas del Berguedà, y las tierras que lo rodean. Pero un largo recorrido administrativo y la resistencia de un payés a abandonar las tierras han impedido, hasta ahora, la culminación de su sueño de reconstruir las casas y revitalizar la zona con un proyecto de turismo rural.

Hace solo un mes, la Generalitat aprobó el nuevo plan urbanístico de Fígols, el municipio al que pertenece Peguera. El documento incluye un plan especial para los 750.800 metros cuadrados de Peguera, todos propiedad de la empresa Serchs, cuyo administrador es el alemán Harald Kuspert, que fue quien enseñó al jeque árabe las tierras cerca de Cercs de las que este se enamoraría.

En el plan especial se permite el uso residencial en las casas rehabilitadas; la construcción de un hotel; un negocio de turismo rural; el uso deportivo e hípico (el jeque quiere criar caballos purasangre en el Berguedà) y la construcción de una escuela y centros de interpretación de la naturaleza. Se prohíbe, además, derribar más del 20% de las casas, casi todas en mal estado, que componen el pueblo.

«Es precisamente la intención que tiene el jeque: rehabilitar el pueblo y realizar un proyecto muy respetuoso con la naturaleza. No llega aquí para montar ningún tinglado mastodóntico, no va en plan Dubai», explica Harald Kuspert. El alemán, uno de los principales criadores de halcones de Europa desde su finca en Odén (Solsonés), conoce al jeque porque es un habitual comprador de sus aves rapaces. «Tiene mucha paciencia, le gusta la naturaleza y de vez en cuando viene a visitar Peguera».

Y ahí se topa con el último problema, una vez recorrido el camino burocrático: un ganadero de Prats de Lluçanés que se resiste a retirar de las preciosas praderas sus decenas de vacas, que pastan ahí desde hace años. Según Kuspert, el contrato de arrendamiento del ganadero con los antiguos propietarios, la noble familia de Ignacio de Olano y Fontcuberta de Barandiarán y Casanova, conde de Fígols, terminó hace tiempo. «Queremos que se vaya ya, pero él dice que se queda, no tiene intención de marcharse. Además, hay quejas de los vecinos, porque mete las vacas donde quiere».

ALAMBRE ELECTRIFICADO / La montaña, cerca de la estación de esquí de Rasos de Peguera, está ahora plagada de alambres electrificados para que no se escape el ganado, pero que dificultan el paso de los numerosos excursionistas que pasan por la zona.

Con el plan urbanístico aprobado, el jeque Al Maktoum y Kuspert tendrán más fuerza y autoridad para pedir el desalojo de las tierras, aunque el agente inmobiliario Josep Graus, que intermedió en la venta de Peguera, recuerda lo que el payés dijo en su día: «No será un árabe quien sacará a un hombre a la fuerza de estas tierras». El jeque, sin embargo, quiere evitar cualquier tipo de conflicto, según Kuspert.

Pese a su poder y riqueza (preside grandes empresas como Arabtec y Ascana), se presenta como un hombre moderado y amante de los animales. Posee varios purasangres premiados en concursos y patrocina en Dubai un centro para la conservación y la cría del guepardo, el animal más rápido del mundo. Tanto el Ayuntamiento de Fígols como Kuspert creen que, con el beneplácito obtenido el 6 de julio de la Generalitat, el jeque podrá presentar y realizar sus planes en breve.