HISTORIA DE UN NAUFRAGIO

La tumba del 'Saint Prosper'

La tumba del 'Saint Prosper'.

La tumba del 'Saint Prosper'.

FERRAN COSCULLUELA
ROSES

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A 60 metros de profundidad apenas hay luz y cualquier trabajo es asfixiante. Eusebi Escardíbul sabía que el pescador que le había contratado lo tenía difícil para recuperar las redes enganchadas enel petrolero, un barco de origen desconocido que había naufragado en 1939 tras chocar contra una mina en la bahía de Roses (Alt Empordà). Para aprovechar la inmersión, el buzo se puso a limpiar la campana del misterioso pecio hasta encontrar lo que buscaba:Saint Prosper, acertó a leer en las letras grabadas. El nombre que emergió de los abismos en 1967 devolvió un pedazo de historia a las familias de los 27 tripulantes fallecidos. Las mismas que ayer le trataron como a un héroe y que tuvieron que esperar hasta el 2005 para averiguar el destino de sus seres queridos. La culpa no fue del submarinista catalán, sino de la naviera, que guardó el descubrimiento en el cajón del olvido.

"Estoy muy emocionado. En mi vida he encontrado muchos barcos hundidos, pero nunca imaginé que me pasaría esto",explicaba ayer un sonriente Escardíbul, que sigue con la mente a flote pese a sus 91 años. La alcaldesa Magda Casamitjana y los 60 familiares y amigos que ayer conmemoraron en Roses el 70° aniversario del naufragio delSaint Prosperlo contemplaban con devoción. Era su guardián de la memoria.

Hasta la inmersión de Escardíbul, el paradero del carguero francés, de 106 metros de eslora, era un misterio. El buque se hundió el 8 de marzo de 1939, cuando cubría la ruta entre Mostaganem (Argelia) y Marsella. Dicen que se refugió en la bahía de Roses para protegerse de un temporal, pero tuvo la mala fortuna de tropezarse con una de las minas colocadas durante la guerra civil. Hubo un superviviente, que murió a las pocas horas. Los pescadores más viajados intuyeron que hablaba en griego, aunque en realidad masculló algo en bretón. Esta falta de oído convirtió alSaint Prosperen elpetrolero griego.

Gracias a internet

La Société Navale de l'Ouest comunicó la desaparición del barco a los familiares en 1939. Pero nadie sabía dónde se había hundido. El mismo año en el que Escardíbul averiguó su paradero, TVE pidió información a la naviera para hacer un reportaje. La compañía alegó que la documentación se había quemado en la segunda guerra mundial y que ya no mantenía el contacto con las familias.

En febrero del 2005, Jean-Marc Guillou, nieto de un hermano del jefe de máquinas del barco, encontró la web en la que el submarinista Franck Gentili había colgado fotos del carguero. Lo que parecía imposible se hizo realidad: era el barco que estaban buscando.

Aquel verano se colocó una placa conmemorativa en el buque y ayer se instaló una estela en el camino de ronda que señala el lugar del naufragio. Pero quedan algunos misterios por resolver ¿Qué hacía elSaint Prospertan lejos de su ruta? ¿Por qué la naviera ocultó a las familias que se había localizado el pecio? El intrépido Escardíbul tiene su hipótesis:"Yo creo que fue para no pagar los seguros. Sin cadáver, no hay dinero. Hay quien dice que llevaba armas, pero me parece que lo que querían era vender petróleo de estraperlo".