SALUD

Un estudio revela que la gripe de 1918 mató al 1,5% de los españoles

Un equipo del Clínic afirma que hubo 100.000 víctimas más de las 169.000 oficiales

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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La peor pandemia de gripe de la historia, consideración que ostenta la epidemia de 1918 conocida en todo el mundo como la española, fue mucho más mortífera en España de lo que hasta ahora han recogido los boletines epidemiológicos oficiales. Mató a casi 100.000 personas más de las 169.000 que se admitió en su momento, un periodo de gran convulsión internacional en el que incluso los datos demográficos podían ser utilizados por el enemigo. De hecho, fue la posición neutral que España mantuvo en la primera guerra mundial el factor que tal vez explica que la famosa gripe, originada en el sudeste asiático y cuyo primer gran foco infeccioso se dio en EEUU, trascendiera a todo el mundo como si de un contagio español se tratara.

El total de muertes registradas en nuestro país, 260.000, supuso una pérdida del 1,5% de la población de aquel año. De hecho, en 1918 el censo español registró un crecimiento neto negativo, un fenómeno que solo se ha repitió en 1936, año en que estalló la guerra civil.

Un equipo de epidemiólogos del Hospital Clínic de Barcelona han investigado las causas de las muertes ocurridas en España entre 1918 y 1919 y ha comprobado que, además de la abultada cifra de fallecimientos atribuida a la gripe, aquel año se produjo una inhabitual mortalidad por neumonía, infección consecuencia de los procesos gripales mal curados. El estudio lo ha publicado la revista médica Clinical Infectious Diseases.

FALLECIMIENTOS POR NEUMONÍA

"Hemos analizado las muertes por neumonía ocurridas en los seis años anteriores y posteriores a 1918 y resulta que, como suponíamos, ese año hubo 100.000 fallecimientos adicionales por esta infección pulmonar, que sin duda fueron causados por la misma gripe", explica el doctor Antoni Trilla, director del estudio.

El Gobierno español alertó sobre la epidemia cinco meses después de su inicio. Pero solo la prensa española informó con algún rigor sobre las bajas que estaba causando la epidemia. "Los periódicos españoles, que no censuraban este tipo de sucesos, daban cifras de fallecidos, pero la prensa del resto de Europa no publicó nada de la epidemia para no orientar al enemigo sobre las bajas que estaban sufriendo", añade Trilla.

De ahí que, aunque la pandemia tuvo alcance mundial, cada vez que se hablaba de ella se la identificaba como "de España" o "gripe española", prosigue. "Sin embargo, es lógico pensar que los dos ejércitos en lucha, el de los aliados y el del imperio austrohúngaro, sufrieron numerosas bajas por la gripe", dice.

EXPLICACIÓN COMERCIAL

La tardanza con que las autoridades sanitarias españolas informaron tuvo una explicación comercial, deduce Trilla: el virus gripal permaneció activo en España casi un año, de marzo del 18 a marzo del 19, y había interés en no alterar determinadas fiestas populares, como, por ejemplo, las de San Fermín. "Hubo medidas incongruentes --prosigue--. Se suspendió el curso escolar, pero se dejaron abiertas salas de fiestas, cines e iglesias, como si allí no se reuniera tanto o más personal que en las escuelas".