JUSTICIA

El 'caso Alba', que puso en jaque a las administraciones, llega a juicio

Francisco Javier P., en un traslado ante el juez en junio del 2007.

Francisco Javier P., en un traslado ante el juez en junio del 2007.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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El inicio del juicio por elcaso Albaen la Audiencia de Barcelona devuelve hoy la actualidad a un brutal episodio de maltrato infantil que puso al descubierto un inexplicable rosario de negligencias y errores de coordinación entre las administraciones implicadas. El 7 de marzo del 2006, dos días después de que la niña Alba, de 5 años, ingresara en el Hospital del Vall d'Hebron con graves lesiones provocadas por una paliza sufrida en el ámbito familiar, César Arrizabalaga, alcalde de Montcada i Reixac, donde residía la pequeña, hizo un ejercicio público de autocrítica: "Aquí hemos fallado todos: la Generalitat, la justicia, el ayuntamiento y, sobre todo, la familia". La frase resumía el caso de una manera descarnada pero bastante ajustada. En elcaso Albafallaron todos.

En el juicio se sentarán en el banquillo la madre de Alba, Ana María C., y su compañero sentimental, Francisco Javier P.. La fiscalía solicitará para cada uno de ellos 19 años de cárcel por intento de asesinato, violencia doméstica habitual y delito continuado contra la integridad física, así como el pago de una indemnización de un millón y medio de euros. La Generalitat, que se persona como acusación particular, aumentará la petición de pena hasta los 26 años de prisión, según anunció ayer el director general de Atenció a la Infància i Adolescència (DGAIA), Xavier Soley.

UNA VERSIÓN SIN CONTRASTAR

El relato cronológico de los hechos pone en evidencia tanto la brutalidad de los acusados como la descoordinación de las administraciones. El 18 de diciembre del 2005, Alba ingresó en el Hospital del Vall d'Hebron con fracturas en un brazo. La madre responsabilizó de los malos tratos al padre biológico de la niña, que en esa época vivía en Fraga, y los técnicos del departamento de Benestar i Família de la Generalitat dieron por buena su versión sin intentar siquiera contactar con el supuesto agresor.

Tras recibir el parte médico correspondiente, el juzgado de instrucción número 4 de Barcelona envió, por correo ordinario, un oficio a los Mossos d'Esquadra para que investigaran los hechos. El oficio tardó 17 días en llegar a los Mossos, que, al no tener competencias en Montcada i Reixac, lo reenviaron al Cuerpo Nacional de Policía. Otros 14 días perdidos. El 2 de febrero, la policía tomó declaración a Ana María C., que volvió a inculpar al padre. Cuatro días después, el juzgado barcelonés se inhibió en favor del de Fraga al considerar que no podía investigar el supuesto maltrato.

El 7 de febrero, al tramitar una denuncia por robo, la exesposa del compañero sentimental de la madre de Alba, Francisco Javier P., explicó a la policía de Montcada que era él quien maltrataba reiteradamente a la pequeña. Su declaración fue archivada. El 5 de marzo, la niña ingresó en el Vall d'Hebron con traumatismo craneoencefálico y lesiones en todo el cuerpo.

El caso provocó al poco tiempo la firma de un protocolo de actuación entre distintas instituciones para mejorar la atención a la infancia. Para Alba era demasiado tarde.