NUEVOS MÉTODOS QUÍMICOS PARA COMETER DELITOS

El Clínic buscará rastros de 'droga de la voluntad' en mujeres violadas

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El uso de una droga capaz de anular la voluntad del individuo puede sonar a leyenda urbana. Pero no lo es. Las autoridades sanitarias se están tomando muy en serio el riesgo de que, para llevar a cabo violaciones, determinados delincuentes utilicen la escopolamina, una sustancia alcaloide que puede causar graves alteraciones en la conciencia y que induce a la víctima un estado de docilidad extrema seguida de una amnesia temporal. Tanto es así que el Hospital Clínic de Barcelona ha decidido incluir una técnica específica para detectar la presencia de escopolamina en las analíticas de mujeres que han sufrido una agresión sexual.

En algunos países de Suramérica, como Colombia y Venezuela, la escopolamina es muy utilizada por los delincuentes para cometer robos, secuestros exprés (retienen a un individuo y le obligan a retirar dinero con su tarjeta de crédito) y violaciones, pues anula la capacidad de reacción de la víctima. Normalmente, la sustancia se presenta en forma de polvo o líquido que se disuelve en la bebida o la comida del objetivo.

Los responsables del Clínic tomaron la decisión de buscar esta sustancia, también conocida comodroga de la voluntado burundanga, hace pocos meses. "Se adoptó esta medida tras atender a mujeres violadas que aseguraban no recordar nada de la agresión y que coincidían en creer que alguien les había echado droga en la bebida", explica el doctor Santiago Nogué, jefe de la Sección de Toxicología Clínica del Clínic.

KETAMINA Y ÉXTASIS LÍQUIDO

"La escopolamina no es detectable con un análisis de rutina. Digamos que tienes que ir expresamente a buscarla. Por eso hace falta una técnica específica que nosotros vamos a incorporar", afirma este facultativo, que asegura que no solo la escopolamina se utiliza con esos fines. "También puede emplearse la ketamina y el éxtasis líquido (GHB)", añade.

La decisión del Clínic tiene especial relevancia porque su protocolo de analíticas de mujeres víctimas de agresiones sexuales es considerado el más completo de los que se realizan en Catalunya. De hecho, según explican fuentes de la Conselleria de Salut, el protocolo de este hospital será la base del que se pretende que adopten todos los centros médicos.

"Por desgracia, los efectos de la escopolamina no son una leyenda urbana", reiteran fuentes del Instituto Nacional de Toxicología, que alertan de que "es utilizada para alterar las capacidades de la víctima". "Aunque no pierde del todo la conciencia, sí ve muy deteriorada su capacidad de reacción. El resultado es que pasa a presentar una actitud de docilidad", explican esas mismas fuentes.

La Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales está batallando para que se tome conciencia del peligro de esta droga. "Tenemos denuncias de chicas violadas que aseguran haber despertado en el lavabo de una discoteca, en un descampado, en un aparcamiento o en la calle", asegura Tina Alarcón, presidenta de esta asociación. También advierte de loscastingsde modelos a través de internet. "Citan a las chicas en un piso. Al llegar allí les dan un refresco que contiene esa sustancia disuelta y luego las violan", denuncia. Incluso relata la detención de un español y un colombiano acusados de violar a una chica africana con ese método. La policía investiga si usaron escopolamina.

El problema es la dificultad de perseguir judicialmente este tipo de agresiones sexuales. "En las violaciones, el testimonio de la mujer es la prueba clave. Sin embargo, en estos casos, las chicas no recuerdan nada de lo que pasó", cuenta Alarcón. Incluso en los casos en que los restos de semen han permitido identificar al agresor, la ausencia de testimonio de la víctima ha impedido una condena. "El acusado dice que la relación sexual fue consentida y la mujer solo puede decir que no se acuerda de nada", lamenta.

ABUSO DEL ALCOHOL

Las fuerzas de seguridad minimizan el uso de la burundanga. "Es cierto que hemos detectado casos. Pero muchas veces, cuando recibimos la denuncia de una chica que dice no acordarse de nada y le hacemos la analítica, lo que acabamos detectando es un altísimo nivel de alcohol en la sangre", explica una portavoz de la Jefatura de Policía de Madrid.

Los toxicólogos discrepan de esa visión del fenómeno. "Quizá no encontramos rastros de burundanga porque hasta ahora no la estábamos buscando", señala una forense del Instituto Nacional de Toxicología.