La Generalitat destina más de 700 millones a edificios judiciales

Las inversiones en infraestructuras por parte de la Conselleria de Justícia no solo se centran en la Ciutat de la Justícia de Barcelona, aunque sea la obra más importante que se está acometiendo en la Administración judicial en Catalunya. En el 2007 se inauguraron ocho edificios en distintas poblaciones y durante este año y principios del próximo está prevista la apertura de otros seis inmuebles. A ellos se sumaran otros 11 y la remodelación de otros locales. La inversión prevista es de más de 700 millones de euros.

La Ciutat de la Justícia de Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, situada en la Gran Via y que ocupa una superficie de 233.344 metros cuadrados, se lleva una buena parte de ese pastel: 272 millones de euros. El edificio de los juzgados de L'Hospitalet ya funciona, mientras que los inmuebles que albergarán los juzgados barceloneses serán entregados antes de final de año, aunque faltará la instalación de los órganos que ahora están divididos en varios inmuebles. "El traslado es muy complejo", reconoce Salvador Illa, director general de Infraestructuras de la Conselleria de Justícia. La fecha de apertura será el 2009.

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Solo quedarán fuera de ese complejo el Tribunal Superior de Justícia, que seguirá situado en el Palau de Justícia del paseo de Lluís Companys, y la Audiencia de Barcelona, que irá enfrente, con otros juzgados, a un nuevo edificio que sustituirá al que ahora alberga los juzgados de instrucción y penal. Esto será posible al lograrse una mayor edificabilidad.

En los 26 nuevos edificios judiciales del plan de modernización de la justicia catalana 2004-2010, de los que ocho ya han entrado en funcionamiento, la Generalitat se gastará 294 millones de euros. Es decir, más que en la Ciutat de la Justícia. "Es falso que no estemos invirtiendo en el resto de Catalunya", destaca un alto cargo del Govern. Además, existe otra partida de 133 millones de euros para la remodelación de una veintena de inmuebles judiciales.

"En los nuevos juzgados se combina funcionalidad y arquitectura. El objetivo es que el edificio tenga una presencia que permita constatar que son unas instalaciones de la Administración de justicia y de servicio público", explica Illa. Por ejemplo, se instalan en las plantas más bajas las dependencias más usadas por los ciudadanos, como las salas de juicios, la oficina de atención y el registro civil. "Y también se pretende que el funcionario trabaje con comodidad", incide. "Además, los inmuebles se han construido pensado en un crecimiento de los juzgados del 25% al 30%", indica. Los terrenos donde se levantan han sido cedidos por los ayuntamientos. "Se ha tenido que hacer un sobreesfuerzo de inversión", admite Illa.