ALIMENTACIÓN

Los hombres solo comen las frutas fáciles de pelar y durante la comida

ANTONIO M. YAGÜE
MADRID

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El consumo de fruta, transcendental en toda dieta equilibrada que se precie, también sabe de sexos. Los hombres la ingieren mayoritariamente durante las comidas y prefieren las fáciles de pelar, como el plátano. Por contra, las mujeres las consumen más en otros momentos del día y optan por las que aportan más fibra, son diuréticas o ayudan a perder peso, como la piña, sin pereza a la hora de prepararla. Un estudio patrocinado por la multinacional Dole pone de relieve estos hábitos entre los españoles y también subraya que las mujeres consumen más cantidad de naranjas mientras los hombres lo hacen de manzanas y peras, generalmente sin pelar y mucho más fáciles a la hora de llevárselas a la boca.

La investigación, realizada mediante 1.817 entrevistas en toda España, destaca que las mujeres en general evitan aquellos productos vegetales que aportan más calorías, pero se acercan más a los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una ingesta mínima de tres piezas al día procurando que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, frutas tropicales). Casi un tercio de las españolas cumplen este consejo e incluso el 12% toma cuatro unidades al día o más.

El estudio coincide con la alarma de distintas investigaciones oficiales recientes ante el escaso consumo entre los niños y los jóvenes. La población con edades entre los 18 y 24 años no llega a tomar ni siquiera dos piezas o su equivalente al día. ¿Razones? Creen que ya toman suficiente, les da pereza, es muy cara o simplemente aducen que no les gusta, no les va bien o no les apetece.

DÉFICIT PELIGROSO

Este déficit es especialmente peligroso en los menores, según Ascensión Marcos, profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y expresidenta de la Sociedad Española de Nutrición. Cuando sean adolescentes o jóvenes, este déficit se puede reflejar en obesidad, enfermedades cardiovasculares, colesterol alto, procesos inflamatorios e incluso úlceras estomacales y posibles tumoraciones intestinales. "El consumo de fruta es el mejor camino contra la obesidad, ya que sacia y quita las ganas de comer alimentos que engordan o que son menos saludables", sentenció Marcos.

Los expertos que han participado en la investigación insistieron en que la educación y, sobre todo, el ejemplo de los padres son claves para que los menores se habitúen a consumir estos productos saludables por su alto contenido en agua, su aporte de fibra, fuente casi exclusiva de vitamina C y de antioxidantes que protegen de un elevado número de enfermedades.