MEDIDAS DE PREVENCIÓN DE UNA PLAGA ESTIVAL

La sequía y el calor 'despiertan' este año antes a la mosca negra

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / LLEIDA
SÍLVIA BERBÍS / AMPOSTA

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Las altas temperaturas y la escasez de lluvias de las últimas semanas han obligado a la Generalitat a adelantar este año la campaña de fumigaciones contra la mosca negra en el delta del Ebro, la zona baja del río Segre --entre Lleida y La Granja d'Escarp-- y el tramo catalán del Cinca. Los payeses de algunos municipios leridanos, como Massalcoreig, han empezado ya a sufrir las picaduras de los primeros insectos, que han nacido varias semanas antes de lo habitual.

La Generalitat destinará este año 515.000 euros a los tratamientos para combatir la plaga, de los que 295.000 se invertirán en el Ebro y 220.000 en el Segre.

En Lleida, el objetivo de la campaña, que consiste en lanzar desde un helicóptero en torno a 1.000 litros de un producto de origen biológico denominado BTI, es la eliminación del mayor número posible de larvas de mosca negra, explicó ayer Josep Caparrós, presidente del Consorci de Serveis Agroalimentaris del Baix Ebre i Montsià (CODE), la empresa encargada de los trabajos. Desde ayer y hasta el próximo noviembre, están previstas hasta diez fumigaciones en un tramo de río de unos 40 kilómetros.

Pruebas piloto realizadas el año pasado en esta misma zona "demostraron una efectividad de casi el 95%", señaló el delegado de la Generalitat, Miquel Pueyo (ERC), que ayer presenció las primeras maniobras del helicóptero. Pueyo se comprometió a hablar con los alcaldes de las poblaciones vecinas de la Franja para que intenten adoptar también medidas paliativas. "Mientras esta plaga no se combata también desde Aragón, será muy complicado evitar que los habitantes de la zona catalana sufran daños", dijo el delegado.

"Cuando las larvas se han convertido en ejemplares adultos es muy difícil combatirlas. Lo único que se puede hacer es intentar disminuir las colonias de larvas que habitan junto al río, en las zonas donde nacen los macrófitos", explicó el biólogo y director de CODE, Raül Escosa. La mosca negra es una especie autóctona que estaba prácticamente desaparecdida, pero que volvió a detectarse en el Segrià el pasado 2006.

ACTUACIÓN EN EL

EBROLas altas temperaturas y el escaso caudal del río también han provocado el adelanto de los tratamientos en el Ebro, donde ya se realizó la primera fumigación de la temporada el pasado 28 de febrero, unas dos semanas antes que en los últimos años. Los técnicos del CODE distribuyeron 1.500 litros del producto BTI desde un helicóptero en seis puntos: Ascó, Garcia, Miravet, Benifallet, Xerta y Tortosa.

Las prospecciones realizadas con anterioridad recomendaban el inicio de las acciones para combatir la plaga, ya que en algunos puntos se contabilizaban 200 ejemplares de larvas por kilo de algas, que es donde crían estos molestos insectos.

A pesar de que las fumigaciones contra las larvas suelen tener una alta efectividad, los técnicos sostienen que los tratamientos deberían extenderse de forma amplia al río Cinca para evitar la propagación de la plaga y sus consecuencias.