"Los cirujanos tenemos mucha agresividad"

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

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Antonio de Lacy Cirujano intestinal. Ha convertido el Hospital Clínic de Barcelona en una referencia mundial en la extirpación del cáncer de colon sin cortar el abdomen, con cánulas de laparoscopia.

--Ha extraído usted, por primera vez en España, una vesícula biliar por la boca. ¿Cómo llegó a esa filigrana?

--Opté por hacerla, consciente de que me precipitaba en el tiempo. Muy pocos hospitales en el mundo están iniciando la técnica quirúrgica que utiliza los orificios naturales del organismo. Queríamos demostrar que si no se atraviesa la pared del abdomen el periodo posoperatorio es más corto. Estábamos en condiciones de hacerlo y teníamos la absoluta seguridad de que la paciente no corría ningún riesgo. También influyó la necesidad de encontrar estímulos para seguir adelante.

--¿Qué tipo de estímulos?

--El económico, por ejemplo. Dando a conocer esta intervención hemos conseguido que el hospital nos ceda un gran quirófano para cirugía experimental. Equiparlo costaba entre 300.000 y 600.000 euros. La industria tecnológica ya nos ha dado ese dinero, más otros 800.000 euros para que entrenemos a cirujanos de todo el mundo. Publicarlo ha sido un revulsivo importante y, por supuesto, nos ha mejorado el ego.

--A partir de ahora, ¿las vesículas biliares se extraerán por la boca?

--Es muy difícil, porque el nivel de éxito cuando se opera por laparoscopia cánulas con cámara y bisturí, que entran en el abdomen por pequeñas incisiones externas es tan bueno que costará superarlo. Pero es evidente que la cirugía del futuro utilizará los orificios naturales del cuerpo para extraer órganos y tumores, y nuestra operación puede servir para preparar ese futuro.

--¿Será posible operar otros órganos a través de las vías naturales?

--Yo pienso que sí. En animales de experimentación ya se han extraído así riñones y bazos enfermos.

--¿De qué orificios se trata?

--La boca, la vagina, el recto y la vejiga urinaria. Los cirujanos se empiezan a preguntar, ¿que es más arriesgado, entrar por la boca y cortar un poco el estómago, por dentro, para acceder a la vesícula, o abrir externamente la pared abdominal? La posición de los cirujanos es clara: seguro que es más fácil operar a través del interior del estómago, que cicatriza mejor que una herida abdominal abierta. Pero, ojo, antes hay que aprender a cerrar bien el estómago.

--¿De dónde surgió esa idea?

--Probablemente, como ocurre tantas veces en medicina, alguien entró un día por error en la cavidad intestinal mientras operaba el estómago, exploró lo ocurrido, y se dio cuenta de que era una vía de acceso fácil.

--¿Cuál es el objetivo de todo esto?

--Dar un paso más y ver si podemos mejorar las complicaciones del posoperatorio. La industria de tecnología quirúrgica también nos empuja. Dentro de cuatro o cinco años, toda la cirugía digestiva se hará combinando en una misma intervención la laparoscopia, la endoscopia varillas quirúrgicas flexibles y la imagen del ordenador. Esas técnicas mejoran la supervivencia.

--Lo que explica ¿no es ciencia ficción para la mayoría de cirujanos?

--Sí. Pero no creo que se resistan, porque ya lo intentaron hace años con la laparoscopia, y se equivocaron.

--¿Cómo opera usted a diario?

--Estamos especializados en cáncer de colon y cirugía de la obesidad. Todo lo hacemos por laparoscopia sin corte de bisturí. En el resto de hospitales de Catalunya, y de España, un 90% de esa cirugía aún se hace abriendo el abdomen.

--¿Cómo es eso?

--Los servicios están muy jerarquizados y hay resistencia a dejar de hacer lo que se domina. La mayoría de cirujanos que vienen a aprender nuevas técnicas proceden del resto de Europa, Israel, Oriente Medio y Suráfrica. Muy pocos son españoles.

--Usted se define como cirujano, antes que médico.

--Los cirujanos tenemos mucha agresividad, un grado de agresividad contenida superior a la media de la población, y somos más prácticos que los médicos. También somos más extrovertidos y tenemos un ego muy importante. Al médico le interesa el diagnóstico de la enfermedad, al cirujano lo que le importa es ir en busca del resultado. Nuestra relación con el enfermo es muy intensa e inmediata. Yo siempre me siento totalmente responsable de lo que les ocurra a mis pacientes. El médico delega en los medicamentos. Sigo sin poder dormir cada vez que hago una operación complicada.

--Existe la creencia de que el cirujano tiene un gran equilibrio mental y capacidad de concentración.

--No me atrevería a decir tanto. Es evidente que hay que tener una cierta habilidad manual. Que no se te caigan las cosas de las manos. Los grandes cirujanos tienen una forma suave y especial de manejar los objetos. Yo aprendí viendo a Josep Maria Gil Vernet: acariciaba los órganos cuando los extraía. La cirugía solo es habilidad y pericia. Un mono patoso podría operar, de forma mediocre.

--¿Se prepara físicamente?

--Procuro correr. Cuatro días a la semana, opero 12 horas seguidas.