La Escola Pia de Olot devuelve 26.490 € cobrados ilegalmente

JORDI CASABELLA / BARCELONA

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La carrera de fondo ha durado ocho años. Ese es el tiempo que un grupo de 14 familias lideradas por el matrimonio formado por el arquitecto Llorenç Panella y la historiadora Maria del Carme Grau ha invertido en recuperar 26.490 euros cobrados de forma ilegal por la Escola Pia de Olot (Garrotxa) a través de unas cuotas por la escolarización de sus hijos que se hacían pasar por obligatorias sin serlo. Tras un dilatado proceso judicial, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) dictó el pasado 18 de mayo una providencia en la que se ordenaba la devolución del dinero. La restitución se hizo efectiva, finalmente, hace unos días.

La decisión ha puesto el punto final a un rosario de reveses cosechados por el colegio concertado desde que, a finales del 2001, la entoncesconsellerade Ensenyament de CiU, Carme Laura Gil, dictó una resolución en la que ordenaba que se restituyera el dinero a los perjudicados. Gil también reclamó entonces al centro una mayor transparencia en la información que se facilitaba a las familias.

FUNDACIÓN RECAUDADORA

Los denunciantes habían puesto en conocimiento de la Generalitat que el centro les había ocultado el carácter voluntario de las cuotas mensuales que pagaban a la Fundació Joan Profitós, de la que se sirven los escolapios para recaudar las aportaciones de los padres en las 18 escuelas gestionadas en Catalunya.

El colegio, sin embargo, prefirió negar las irregularidades, profusamente documentadas por los servicios de inspección, y acudir a los tribunales. A finales del 2004, la sala de lo contencioso administrativo del TSJC corroboró que el centro había obrado incorrectamente y que la resolución de laconselleriaera ajustada a derecho, pero los escolapios de Olot acudieron al Supremo en busca de un pronunciamiento que les fuera favorable. Este tribunal rechazó su pretensión sin llegar a entrar en el fondo del asunto.

La obstinada táctica dilatoria se había revelado inservible para los intereses del centro, pero faltaba una postrera intervención del TSJC que diera el caso por concluido con el retorno del importe de las cuotas a los damnificados, algo que ahora acaba de producirse.

Maria del Carme Grau ha explicado a este diario que su familia entregará los más de 3.000 euros que ha recibido a la Fundació Síndrome de Down de Girona y Comarques Astrid 21, que en los últimos años ha colaborado decisivamente en la formación de su segundo hijo, Daniel, un adolescente de 16 años que acaba de finalizar tercero de ESO de forma satisfactoria en otro colegio religioso concertado de Olot, el Cor de Maria.

EL DETONANTE

La escolarización de Daniel fue el detonante del enfrentamiento de sus padres con la Escola Pia. La incomodidad de Maria del Carme y su marido, Llorenç, con lo que ocurría en el colegio fue en au-

mento a partir del momento en que el entonces director, Lluís Matabosch, les comunicó que iban a prescindir de la especialista que se ocupaba de la formación del menor porque "salía demasiado caro". A partir de entonces, el matrimonio comen-

zó a interesarse por el destino de las cuotas que les exigían y la falta de explicaciones derivó en las denuncias, a las que se añadieron varias familias más.

El largo proceso que ahora ha finalizado, en el que la escuela nunca ha dado señales de dar su brazo a torcer reconociendo que había cometido un error, provocó el relevo del director en cuanto las resoluciones de la Generalitat y las sentencias de los tribunales comenzaron a mostrarse adversas al colegio.