Benedicto XVI suprime la elección del papa por mayoría simple

EFE / CIUTAT DEL VATICÀ

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Benedicto XVI ha decidido que para elegir a su sucesor será necesaria en todas las votaciones la mayoría de los dos tercios de los cardenales electores en lugar de la mayoría simple. Así lo ha comunicado el Vaticano en un Motu Propio.

Un Motu Propio es un documento que el Pontífice escribe por iniciativa propia y no como respuesta a una solicitud.

Hasta ahora, para elegir a un papa eran necesarias en las primeras votaciones al menos dos tercios de los sufragios, pero si después de sucesivas votaciones ningún candidato obtenía la mayoría de los dos tercios, los cardenales podían decidir pasar a la mayoría simple.

"Garantizar el más amplio consenso"

Con esta decisión, Benedicto XVI modifica ligeramente la Constitución Apostólica Universi dominici gregis (Todos los de la grey de Dios), sobre la Sede Vacante y la elección del Romano Pontífice, promulgada por Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996.

Según el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, con esta modificación se pretende "garantizar el más amplio consenso posible en el nombramiento del nuevo Papa".

Cambios en el sistema de Juan Pablo II

La votación para elegir Papa en un cónclave comienza inmediatamente después de que todos los cardenales electores --los que tienen menos de 80 años-- han entrado en la Capilla Sixtina del Vaticano, tradicional lugar donde se eligen a los sucesores de San Pedro.

Ya en ese primer día puede realizarse la primera votación. Si no se elige Papa, en los siguientes días se procede a dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde. La normativa aprobada por Juan Pablo II establece que después de tres días de escrutinios sin resultados positivos, las votaciones se suspendan durante un día para hacer una pausa de oración y coloquio entre los votantes.

Tras ese día de pausa, volverán a celebrarse otros siete escrutinios y si se sigue sin elegir Papa se efectuará otro descanso y se volverán a hacer otros siete escrutinios. Si se sigue igual, habrá nueva pausa y, de nuevo, otras siete votaciones. Y así se llegaba al 33 o 34 escrutinio (dependiendo si el primer día se vota o no).

A partir de ese momento, hasta ahora, se pasaba a elegir Papa entre los dos cardenales que en el último escrutinio hubieran obtenido el mayor número de votos. La normativa exigía que el elegido lo fuera por mayoría absoluta (la mitad más uno).

Cambios de Benedicto

Y esto es lo que ha cambiado Benedicto XVI, que ha establecido que ya en el cónclave que elija a su sucesor serán necesarios los dos tercios de los votos en todos los eventuales escrutinios.

También ha establecido que si se llega al voto entre los dos más votados, estos no podrán participar en la votación. Por lo demás, la Constitución Apostólica Universi dominici gregis se mantiene igual, siguen abolidos los modos de aclamación y por compromiso y la elección se seguirá haciendo por escrutinio secreto. La norma destaca que si en el caso de que en la elección del Papa se perpetrara el delito de simonía (comprar los votos) todos los culpables serán excomulgados, pero el voto será válido.