El Poder Judicial quiere que se pueda vetar que los gais adopten

OLGA PEREDA / MADRID

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El sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) consiguió ayer sacar adelante un informe en el que se recomienda que las agencias que tramitan las adopciones internacionales (ECAI) puedan alegar objeción de conciencia para no atender la petición de un matrimonio homosexual que quiera adoptar un hijo en el extranjero, como le permite la ley. La pareja, añade el informe, tendrá la opción de solicitar los servicios de otra agencia que no ponga pegas a su condición sexual.

El informe tiene carácter consultivo y fue elaborado a raíz de la futura ley de adopción internacional. La comisión de estudios del Consejo del Poder Judicial lo aprobó ayer con los votos afirmativos de tres vocales del sector conservador: José Luis Requero, Adolfo Prego y Javier Laorden. Félix Pantoja, vocal propuesto por Izquierda Unida, votó en contra y aseguró que el texto supone una discriminación en toda regla contraria a la Constitución.

El texto volverá a ser debatido la semana que viene en el pleno del CGPJ, donde será previsiblemente aprobado debido a la mayoría de jueces conservadores. Entonces, será remitido al Gobierno, como paso previo a la elaboración de la ley de adopción internacional. Sin embargo, el Ejecutivo puede hacer caso omiso del mismo, puesto que no es vinculante.

COMO UN ABORTO

El vocal conservador José Luis Requero --autor del informe-- descartó hablar de discriminación. En su opinión, con las entidades colaboradoras de adopción internacional (ECAI) puede suceder lo mismo que con los abortos. Si un médico alega objeción de conciencia para interrumpir un embarazo, la mujer siempre tiene la opción de recurrir a otro profesional.

No es la primera vez que Requero, miembro del sector más conservador del Poder Judicial, carga contra los homosexuales. Antes de que el Gobierno socialista aprobara la ley que permite las bodas gais, redactó un informe en el que aseguraba que llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo sería "un cambio radical" similar al de llamar matrimonio a la unión de más de dos personas o a la de un hombre y un animal. Tras el aluvión de críticas, el CGPJ se vio obligado a rectificar.