Un acusado de estafa por fingir "ceguera total" asegura que es invidente pero admite que condujo a gran velocidad
Sufrió un accidente de moto en El Masnou en 1996 y dos años después llevó, pese a su discapacidad, un BMW a más de 150 kilometros por hora
Un acusado de fingir ceguera para cobrar una indemnización mayor por un accidente de tráfico ha asegurado que es "ciego total", aunque ha reconocido que condujo un BMW a gran velocidad dos años después del siniestro pese a su discapacidad. El juicio se ha repetido hoy en Barcelona por orden del Tribunal Supremo, después de que la Audiencia provincial rechazase una testigo sorpresa de la acusación particular en el primer proceso, en el que el acusado fue absuelto.
La historia se remonta al 22 de febrero del 1996, cuando el procesado, Domingo M.A., de 57 años, sufrió un accidente de moto en El Masnou (Barcelona) al ser golpeado por una furgoneta que circulaba justo detrás de él. A causa del suceso, el acusado sufrió un traumatismo craneoencefálico y un traumatismo occipital que desembocaron en la ceguera objeto de juicio.
A raíz del accidente se inició un procedimiento judicial en Mataró contra el conductor de la furgoneta, que fue condenado por una falta de imprudencia con resultado de lesiones. La sentencia declaraba a Domingo M.A. "ciego total, gran inválido e imposibilitado para conducir automóviles" y condenaba a la compañía Mapfre, aseguradora de la furgoneta, a indemnizar al hoy acusado con 546.780,60 euros por las secuelas.
Multa por conducir a 154 kilómetros por hora
La estafa procesal cometida presuntamente por Domingo M.A. quedó al descubierto cuando, dos años después del accidente, la Guardia Civil le multó por conducir un BMW de su propiedad a 154 kilómetros por hora en la carretera N-430, en el tramo entre Albacete y Valencia.
El ministerio fiscal entiende que el procesado engañó a los médicos que le examinaron y que no es ciego total, por lo que pide provisionalmente un año de cárcel para él y 18.500 euros de multa. Por su parte, la acusación particular, ejercida por Mapfre, solicita seis años de prisión. Respecto a la indemnización, el juzgado de Mataró procedió a su embargo como medida cautelar.
Se da la circunstancia de que Domingo M.A. ya fue juzgado en junio del 2004 por estos hechos, en la Audiencia de Barcelona, resultando absuelto al tener el Tribunal una "duda razonable sobre la magnitud real del grado de visión conservado por el acusado". La sala, no obstante, llegó a dicha conclusión tras denegar a Mapfre una testigo sorpresa --una empleada del hogar del matrimonio-- que debía certificar que el procesado conserva la vista.
Ante la negativa de aceptar a la testigo, la aseguradora presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que dio la razón a Mapfre y ordenó repetir el juicio al entender que la Audiencia "no obró correctamente", ya que vulneró "el derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso público con todas las garantías, utilizando los medios de prueba pertinentes para la defensa".
Tan solo percibe un "rayo de luz" con el ojo derecho
Durante la primera sesión del juicio, celebrada hoy, Domingo M.A., que ha acudido con gafas oscuras y bastón y ayudado por una de sus hijas, ha asegurado que no tiene visión en el ojo izquierdo y que tan solo percibe un "rayo de luz" con el derecho.
El procesado ha explicado al Tribunal que antes de sufrir el accidente no tenía "ningún problema de salud" y que incluso "hacía el amor tres veces al día". En el momento del siniestro era agente comercial y, además de carnet de conducir, tenía la titulación oficial para pilotar helicópteros, pese a que, según ha dicho, no sabe escribir.
La Seguridad Social reconoció en diciembre del 1997 el grado de incapacidad permanente absoluta al acusado, que en mayo de 1999 ingresó en la ONCE. En junio de ese mismo año, la Generalitat le reconoció un grado de disminución permanente del 88% por la secuelas derivadas del accidente.
Sigue pensando en conducir
Durante su declaración, Domingo M.A. ha asegurado que no ha simulado ser ciego "en ningún momento", aunque ha admitido que el 16 de febrero del 1998 circulaba a 154 kilómetros por hora con su vehículo, un BMW, por la N-430, en compañía de su esposa. Según ha explicado, cuando llegaron a la altura de la base militar de Chinchilla le pidió que le dejara conducir "teniendo el conocimiento de que la carretera era recta como un bolígrafo".
"Tenía los ojos de ella y la necesidad física de conducir", se ha justificado el acusado. Domingo M.A. ha señalado que condujo "entre 7 y 30 segundos", sabiendo que "era una zona que conocía". Según ha explicado el procesado, había recorrido "toda España" debido a su trabajo de agente comercial.
A la pregunta de la fiscal de cómo conseguía controlar el vehículo, Domingo M.A. ha respondido que "me parece que mi mujer echó mano de la parte de abajo del volante para corregir un grado, pero es que no hacía falta porque la carretera es recta".
Firma en el boletín de denuncia
El acusado ha explicado que cuando le detuvo un agente de la Guardia Civil debido al exceso de velocidad, se limitó a enseñarle la documentación y a firmar el boletín de denuncia. "Yo quería hacer constar que la multa era mía, para mí era un estandarte y la llevaba siempre en el bolsillo", ha señalado.
Domingo M.A. ha explicado que no tuvo problemas para firmar la multa en el recuadro correcto porque esa no era la primera vez que cogía el coche después del accidente --lo había conducido en una ocasión anterior-- y suponía que algún día u otro le multarían, por lo que había ensayado en casa donde tendría que plasmar su firma en tal caso.
- Plaga de garrapatas en Catalunya: estas son las zonas afectadas
- Sara Desirée Ruiz, psicoterapeuta: 'Si tu hija adolescente está de madrugada con el móvil, se lo retiras pero le explicas por qué
- Nuevas tarifas del transporte público en Barcelona: precio de la T-Usual, T-Casual y T-Jove
- Alerta con los datáfonos: la estafa que puede quitarte el dinero de la cuenta sin que te enteres
- Diez frases que suelen usar las personas narcisistas para manipularte
- Así quedan las nuevas tarifas del transporte público, que entran en vigor el 10 de febrero
- Catalunya mantiene 'por ahora' las bonificaciones del transporte público pero da por perdida la ayuda estatal del 30%
- Las nuevas tarifas del transporte público en Barcelona no se podrán aplicar hasta la segunda semana de febrero