La vaca de raza catalana, en riesgo de desaparición

El dueño del último rebaño sacrificará los animales porque no le resultan rentables

SÒNIA TUBERT / ESPOLLA

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El reivindicado asno no es el único animal catalán que está en peligro de extinción; se le puede añadir ahora la vaca de L'Albera, la única raza autóctona catalana. Solo quedan 210 ejemplares puros y Marc Cerret, propietario de 200 cabezas, asegura que, a partir del noviembre, tendrá que sacrificar algunos para mantener la explotación.

El departamento de Agricultura está dispuesto a colaborar y ha propuesto llevarse las vacas a otro sitio para continuar con su cría. Actualmente, solo hay dos explotaciones de vaca de L'Albera en el Alt Empordà. En la finca de Baussitges (Espolla), Cerret tiene 300 ejemplares, de los 200 son puros. Sus vecinos de Mas Recasens (La Jonquera) tienen 10 vacas de raza catalana. En Mas Recasens hace tiempo desistieron de criarlas puras y ahora las mezclan con otras razas para que resulten más rentables. La vaca de L'Albera es algo pequeña y da menos carne.

SOLUCIONES

El último resistente es Cerret. Su rebaño participa en un programa de investigación que desarrollan Agricultura y la Facultad de Veterinaria de la UAB para mantener esta raza, pero ahora los problemas económicos pueden hacerle desistir. En el 2004, por problemas burocráticos perdió la ayuda de la UE.

Una de las particularidades de la raza catalana es que vive en libertad y se alimenta de la vegetación de bosques y campos. Pero su propietario tiene que darles 40 kilos de alimentos extra cada día. "Los 150.000 euros que nos retiraron en el 2004 los hemos tenido que poner nosotros", cuenta Cerret. Al detallar el tema económico, dice: "Hemos mirado de vender el rebaño, pero no hay comprador. La única solución es ir llevando al matadero algunas vacas para pagar la comida de las otras".

Cerret y los ecologistas de IAEDEN, que ha dado la alarma, reclaman un gesto del Govern. "No podemos dejar desaparecer una raza", dice el ecologista Joan Budó. La respuesta de Agricultura es incluir el caso en los planes de desarrollo rural que ayuda a las razas en peligro de extinción. El director de los servicios de Agricultura de la Generalitat en Girona, Josep Guix, ha precisado que no entrarán en una empresa privada: "Tenemos claro que trabajamos para mantener la raza. y si el propietario quiere venderlas las llevaremos a otro sitio".

Cerret ve bien el traslado y propone llevar el rebaño al Parc dels Aiguamolls. Ahora solo falta que se pongan de acuerdo Agricultura y Medi Ambient.