Una mujer granadina con distrofia muscular progresiva pide la eutanasia

La enferma no puede moverse y lleva nueve años conectada a un respirador

EFE / GRANADA

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Inmaculada Echevarría Ramírez, una mujer de 51 años que sufre distrofia muscular progresiva, lo que la obliga a estar postrada en una cama, afirma que "no es justo vivir así" ya que su vida es "soledad, vacío y opresión" y pide que respeten su decisión de morir porque es libre y "nadie tiene que meterse".

"Lo único que pido es la eutanasia", ha dicho con rotundidad esta mujer conectada a un respirador desde hace nueve años, durante una multitudinaria rueda de prensa que ha ofrecido en el Hospital San Rafael de Granada, donde está ingresada.

Inmaculada manifiesta no tener miedo a morir y que nadie le hará cambiar de idea: "Yo no acepto que haya medios que mantengan mi vida". Ha declarado que su situación es complicada porque nadie la entiende y, pese a ser consciente de que la legislación no permite la eutanasia, exige respeto hacia su voluntad que, según explicó, tenía clara desde los 29 años.

"Pido que se me ayude a morir libremente y sin dolor", asegura Inmaculada en una carta facilitada a los periodistas en la que además mantiene que para ella la vida "no tiene más sentido que el dolor y la angustia de ver que amanece un nuevo día para sufrir" y esperar que alguien acabe con su "agonía".

Absoluta dependencia

"Asumo mi enfermedad pero no los métodos artificiales de alargarla de manera inútil, aumentando el dolor y desesperación que ya sufría y que esperaba acabara con la muerte natural", mantiene esta mujer, en situación de absoluta dependencia, con inmovilidad completa desde los 30 años y que aún puede hablar con dificultad pese a la pérdida de musculatura de lengua, cara y cuello.

Lamenta que hace nueve años, cuando la musculatura de su caja torácica dejó de funcionar y ante el peligro de muerte, los médicos decidieran practicarle una traqueotomía y conectarla de por vida a un ventilador mecánico, contra su voluntad. "La tristeza se apodera de mi cuando pienso en mi situación y en todo lo que quiero decir y nadie me entiende, entonces solo me queda llorar. Sé que es difícil ponerse en mi lugar pero os pido que lo intentéis", explica Inmaculada.

Por su parte, el abogado que representa a Inmaculada Echevarría anunció que se esforzarán "al máximo" para ver todas las "posibilidades" que existen para que la mujer pueda llevar a cabo su voluntad y conocer si su situación puede ser "encajable" en los supuestos que legalmente se pudieran prever para casos similares.