JUEGO DE SERIES

Las tres caras del Chacal

Eddie Redmayne interpreta a El Chacal en la serie de SkyShowtime.

Eddie Redmayne interpreta a El Chacal en la serie de SkyShowtime. / Redacción

José Antonio Martínez Perallón

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En estos tiempos de revival, vuelve El Chacal. SkyShowtime ha hecho una puesta al día del asesino a sueldo creado por el novelista Frederick Forsyth y que ya ha contado con anteriores adaptaciones cinematográficas. En la novela clásica, el Chacal era contratado para asesinar al presidente francés Charles DeGaulle, en unos tiempos en los que fue asesinado el presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy en uno de los magnicidios que conmocionó al mundo por los disparos de un francotirador. El nuevo Chacal sigue matando por encargo y se diría que es el mejor en lo que hace, pero entre sus objetivos se encuentran políticos populistas o los nuevos multimillonarios tecnológicos. Vaya esto me sueno de algo, pero ahora no caigo. 

Eddie Redmayne, un actor tan camaleónico como el personaje de El Chacal, ha sido el protagonista de esta nueva versión para el siglo XXI. Entre sus interpretaciones más recordadas tenemos desde el universo Harry Potter, a la historia de la primera mujer transexual en someterse a una operación de reasignación de sexo en La chica danesa, pasando por el físico Stephen Hawking en La teoría del todo. Esto de las prótesis de maquillaje para convertirse en alguien totalmente diferente no era ajeno para él.  

La nueva versión de El Chacal se parece más a la que protagonizó para la gran pantalla Edward Fox, presentándolo como un psicópata funcional, cuya fachada exterior es el de una persona encantadora y gran capacidad de manipulación, con rasgos antisociales y narcisistas, una gran frialdad y una capacidad de planificación que resultan escalofriantes. La versión interpretada en los 90 por Bruce Willis es para algunos una de las más recordadas, aunque, sin embargo, es de las más flojas. El atractivo de la cinta era ver a Willis en el papel de villano, cuando solía estar en el lado de los buenos. Todos ellos seducen a quien quieren utilizar, da igual que sea hombre o mujer.

El enfoque de la serie está más próximo al de las películas de James Bond que al de las novelas de Forsyth. El personaje de El Chacal es una especie de antibond cuyos motivaciones no tienen nada que ver con salvar al mundo de megalómanos maníacos. Son los enemigos de Bond los que pagan el sueldo al Chacal y los únicos que se pueden permitir pagar sus honorarios. La secuencia de títulos de crédito es todo un homenaje a los de las películas protagonizadas por el agente secreto con licencia para matar más famoso de la historia. No sé si será intencionado o no que la agente designada en el MI6 en la serie de televisión para dar caza al asesino sea Lashana Lynch, que encarnaba a la agente que había heredado el puesto de 007 en la última película de Daniel Craig como Bond, Sin tiempo para morir.

Pero no solo de la saga Bond bebe este nuevo Chacal. El juego del gato y el ratón del asesino con los agentes que les persiguen bien podría ser el de Villanelle en la aclamada Killing Eve. De hecho, en ambas series se planteaba el contraste entre la glamurosa vida del asesino con las dificultades de su perseguidora para sacar adelante su vida personal y las crisis familiares que su trabajo le provoca.

En esta puesta al día del personaje, vemos también algún que otro elemento de Billy Summers, otro asesino a sueldo creado por la pluma de Stephen King, que se guiaba por cierto código para aceptar sus trabajos y que obtuvo buena parte de su formación como francotirador como militar en los conflictos bélicos en Oriente Medio.

Volviendo al tema de la tensión entre vida familiar y personal, a diferencia de los anteriores, el nuevo Chacal tiene familia. Úrsula Corberó, la recordada Tokio de La casa de papel, es su esposa en la ficción, aunque su personaje nada tiene que ver con el de la serie de Netflix. Es una ama de casa totalmente ignorante de las actividades de su encantador esposo. Esta vida familiar del Chacal da una nueva dimensión al personaje, pero en ningún momento podemos pensar que sus motivaciones están detrás de esa faceta. Su matrimonio es más una fachada, un disfraz más del personaje para ocultar al mundo su verdadera cara. También le sirve como válvula para escapar de sus ejecuciones, aunque no tarda en descubrir que es precisamente esa parte de su vida uno de sus talones de Aquiles. Basta que se precipite demasiado en una de sus acciones para dejar un cabo suelto que sus perseguidores no tardan en encontrar y tirar de él.

Podía parecer que esta iba a ser una miniserie que acabaría con estos diez episodios, pero SkyShowtime ya ha anunciado que hará una segunda temporada. La historia ha dejado suficientes tramas para que el personaje vuelva a ponerse detrás de la mira de su rifle.