Entrevista
Álex de la Iglesia: "Sería maravilloso hacer '1992 Barcelona'"
El director y productor estrena su segunda serie en una plataforma tras '30 monedas', un 'thriller' de Netflix con su sello de terror y la corrupción de la Expo de Sevilla como trasfondo
Álex de la Iglesia: "Todos queremos tener un entorno mítico en el que las cosas son como deberían ser y así tienen sentido"
HBO cancela '30 monedas' de Álex de la Iglesia: "Los capítulos están escritos. Voy a hacer lo imposible por terminarla"

Álex de la Iglesia, director de la serie de Netflix '1992'. / Netflix


Inés Álvarez
Inés ÁlvarezPeriodista
Periodista de televisión. Antes trabajé en revistas especializadas y colaboré en el 'Diari de Barcelona'. En 'EL PERIÓDICO de Catalunya' he pasado por las secciones de Cosas de la Vida, Gente, Dominical, Opinión, Edición y Televisión/'Teletodo'. Jurado de los Premis Zoom 2019 y Zapping 2021, 2022, 2023 y 2024.
Aunque entre 2008 y 2009 TVE emitió su primera serie, ‘Plutón BRB Nero’, Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) no ha sido un director que se haya prodigado mucho en ellas. Debutó con una en una plataforma, HBO Max, en 2020, ’30 monedas’, cuya segunda temporada ofreció Max, que ya anunciado que no tendrá una tercera (aunque él, empecinado en que es una trilogía, buscará quien la quiera hacer). Por lo pronto, se ha aliado con Netflix para estrenar (este viernes, 13) un ‘thriller’, ‘1992’, con su sello inconfundible, la Expo de Sevilla de trasfondo y una mascota Curro de lo más inquietante, porque esconde a un asesino que calcina a sus víctimas. Este mes también se estrenan una película, 'Culpa tuya', y una serie, 'Santuario', de las que es productor. Feliz es poco.
¿Es muy diferente hacer una serie a una película?
Lo de trabajar con Netflix es una ventaja, porque apuesta por el contenido y por un diseño de producción que funciona en todo el mundo. ‘1992’ estaba concebida desde el guion como una serie. Porque sería imposible contar todo eso en una película. Se parecería a una novela serializada. Como lo que hacía Dickens. O a ‘La comedia humana’ de Balzac.
Sea como sea, miraremos a Curro con otros ojos.
¡Pobre!
Que elementos tiernos como muñecas, ositos o una simpática mascota sean malvados es aterrador.
Es un clásico del género. Juegas con algo que lo tenemos en el subconsciente desde tiempo inmemorial: la máscara. La máscara que da miedo porque a través de ella ocurren atrocidades. A través de esa cara sonriente te encuentras con el demonio.
¿No podría haber sido Cobi?
Perdona, pero igual sí.
¿La cuestión era hablar de la corrupción que esconden estos eventos, de la 'cultura del pelotazo'?
Te hacía un guiño porque si Dios quiere y Netflix, obviamente, sería maravilloso hacer ‘1992 Barcelona’.

Cobi adquiere tintes siniestros en la serie de Álex de la Iglesia. / EPC
Así todos contentos. O, mejor dicho, todos mosqueados.
En el caso de Curro es, efectivamente, para hablar de ese momento en el que entra en juego la nueva España. Es como que salimos de la cueva oscura, de la dictadura, a través de la Transición. Y hay un momento en el que decidimos que ya estamos presentables y que podemos salir al mundo. Y esa salida al exterior es a través de la Expo. Vienen gentes de todo el mundo a conocer esa nueva España. Eso es maravilloso y es optimismo. Pero también el comienzo de una especie de pesadilla con la que llevamos muchos años: la de la corrupción.
"Si escarbas en tu pasado, encuentras algo siniestro que hay que purificar. Hay que quemarlo"
1992 fue un año luminoso, pero, si escarbas un poco, como hace la serie, y tan rotundamente…
Esa un poco la idea. Si escarbas en tu pasado, encuentras algo siniestro que hay que purificar. Hay que quemarlo. Todos hemos sido así y hay que progresar. Hay que ver las cosas desde un punto de vista que quizá nos provenga, no sé, de gente joven que plantea las cosas de otra manera.
La serie es un ‘thriller’. No es terror puro y duro. Y hay elementos muy Álex de la Iglesia. ¿Es una vuelta a ‘La Comunidad’?
Creo que en ningún momento me he alejado de ‘La Comunidad’. Lo que sí es cierto es que, aparte del suspense, hay terror de género. La Expo tenía que funcionar como un parque de atracciones en ruinas, como una especie de lugar que fue feliz, pero ahora es terrorífico. Y allí habita un monstruo, puede ser el Jorobado de Notre Dame, El Fantasma de la Ópera o el Vincent Price de ‘Los crímenes del Museo de Cera’. Tiene algo de gótico que se respira de una manera indirecta.
Las desagradables apariciones de muertos también es terror. Aunque mezclado con humor. Negro, por supuesto.
Hay una película que para mí es fundamental, porque junta humor y terror, un ‘Un hombre lobo americano en Londres’. Allí había un personaje que se aparecía y que se iba degradando con el tiempo. Aquí pasa lo mismo. La idea de fantasma es algo muy trágico, tipo Shakespeare. Se te aparece un fantasma que con su sola presencia te cambia el humor y te hace ver las cosas de otra manera. Además, te da la oportunidad narrativamente de no confiar demasiado en el personaje protagonista. De pronto dices: ¿este hombre está bien?, ¿lo que está viendo es real?
En la ficción hay una constante: la lluvia. Y hasta un huracán. La naturaleza puede sembrar el terror. Sin ir más lejos, la DANA.
Sí, es un elemento más para empujar a los personajes a la acción. Es contraponerlo al fuego. Está esa especie de lluvia constante, que es la lluvia del presente, una especie de lluvia melancólica. Y luego está un fuego purificador que lo rompe todo, que quita esa nostalgia de cuajo. La lucha entre esos dos elementos es lo que construyen un poco el ambiente en el que están los personajes.
¿Y por qué Marian Álvarez? No lo cuestiono. Busco su confirmación.
Lo tenía clarísimo. Me daba mucha rabia no haber trabajado con ella, porque la admiraba enormemente desde ‘La herida’, una película que me enseñó que es una actriz con esa capacidad mágica para hacer suyo cualquier texto. Porque dices: ¿eso lo está diciendo ella o el personaje? Y tiene algo del personaje, su fragilidad. Parece una persona inocente, pequeña, que va a asumir como pobrecita viuda lo que le pasa y no, de pronto es una tía con un temperamento que arrasa. Y desde una humildad y una verdad que me vuelve loco.
"Todo se lo debo a Carol. Detrás de una gran mujer... siempre hay un idiota"
Este mes estrena también una película y una serie como productor: ‘Culpa tuya’, la primera secuela de 'Culpa mía' y ‘Santuario’. Acaba el año por lo grande.
No podemos ser más felices. Estamos haciendo lo que queremos: trabajar. Y estoy tan feliz de productor como de director. Todo se lo debo a Carol (Carolina Bang), que es la que toma las riendas como productora.
Se cumple eso (un tanto machista, por cierto) de: detrás de un gran hombre hay una gran mujer.
No. Detrás de una gran mujer… siempre hay un idiota.
- Albert Serra: 'No sé si tiene que existir un Premio Nacional Tauromaquia, pero había una tradición detrás y tampoco me parecía tan dañino
- Alcalá Norte: 'Es difícil aceptar que Messi, el mejor de la historia, tenga por objetivo destruir tu fe madridista
- Roger Mas: 'La independencia de Catalunya, en serio, es la guerra, y creo que no vale la pena
- BCNegra 2025 | Yrsa Sigurdardottir: 'Nos hemos pasado de la raya creando personajes alcohólicos, adictos y atormentados
- Llega la tercera temporada de 'The White Lotus', con Lisa de Blackpink y Sam Nivola: 'Es una serie que habla de todo
- Estos son los peores vestidos de la historia de los Goya
- Vídeo | La aplaudida actuación de Lola índigo y Dellafuente en los Goya en homenaje a Lorca
- Planes para San Valentín en Barcelona: Cuatro obras de teatro para disfrutar en pareja el 14 de febrero