En SkyShowtime

'Las invisibles' (SkyShowtime): cuando las mujeres que nadie ve toman el protagonismo (y cómo)

Lolita Flores: "Una mujer deja de ser visible cuando ella no se ve"

María Pujalte: "Es interesante que una serie hable de la menopausia, porque es un momento difícil en la vida de la mujer"

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Las Invisibles

Las Invisibles / SkyShowtime

Inés Álvarez

Inés Álvarez

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Siempre se ha dicho que las mujeres (y también los hombres) se tornan invisibles a partir de los 50. Y aunque, afortunadamente, cada vez esto es menos cierto, las hay que en ello no interviene solo su edad, sino también su condición. La camarera de un hotel, esa mujer que nos deja la cama como si nadie hubiera dormido nunca en ella, nos repone los jaboncitos que nos llevaremos sin usar y deja el baño que hasta se podría comer en él, se caracteriza por conjugar el verbo ‘hacer’ sin pasar por el ‘estar’. Su mayor virtud es precisamente la de parecer que nunca haya existido. Y en ellas ha querido poner el foco, darles visibilidad, Héctor Lozano, el artífice de éxitos como ‘Merlí’ y ‘Merlí: sapere aude’, con la deliciosa serie ‘Las invisibles’, protagonizada por Lolita Flores y María Pujalte, que estrena SkyShowtime este lunes, 5.

La ficción producida por Paramount y Morena Films y dirigida por Menna Fité (‘Merlí: Sapere Aude’), se inicia con la muerte por infarto de una de las empleadas, la ‘madre de todas’, Pilar (Elena Irureta) --que pasará a ser la 'voz en off' desde el más allá--, como consecuencia de la presión de dejar impoluta una habitación cada 10 minutos. Y por solo 2 euros. El suceso provocará que haya un antes y un después en la vida de sus compañeras. En el plano personal, porque el suceso les hace ver lo que no querían, que están quemando sus vidas, y también en el laboral, alentado por la susitituta de Pilar, Gladys (Yoshira Escárrega), una joven mexicana empoderada y reivindicativa, que luchará contra el conformismo de sus compañeras.  

Vidas complicadas

Una de las que más la llora es Espe (Lolita Flores, ¿hace falta presentarla?), la líder de las camareras con 22 años de experiencia, que acalla los dolores de espalda con el Iboprufeno y contiene su carácter rebelde con la aplastante responsabilidad de tener que llevar a casa un sueldo para mantener a un nieto del que hace de madre. Y reprime esa pasión que no sacia un marido que es buena persona, pero no le llena, y que le despierta un atractivo compañero, Diego (Oriol Tarrasón, 'Los misterios de Laura') que ama en secreto. "De Espe me gusta lo madre que es, lo abuela que es, lo curranta qu ees, lo clara que es, lo descarada que es... Cómo se salta las normas, a veces, y como es una persona anónima, puede hacerlo, cosa que yo le envidio", confiesa Flores, a la que vemos cada viernes haciendo de jurado de 'Tu cara me suena' (Antena 3).

Las invisibles 2

Una imagen de la serie 'Las invisibles', de SkyShowtime. / Paula Tudela

Y también la llora Isabel (María Pujalte, 'Merlí: sapere aude'), una mujer en plena menopausia, con la autoestima por los suelos tras un abandono amoroso que la dejó con deudas, que vive subyugada a la gobernanta, Mapi (Yaël Belicha, 'Vamos Juan') por temor a perder su empleo, y con un hermano jeta que se ha instalado en su casa sin aportar ni un duro. Y que ha visto lo que no querría haber presenciado jamás. "Es un personaje precioso, porque es muy humano y muy real. Es una mujer que lleva una vida difícil aunque no es consciente. Está en los 50 y..., en pleno proceso de menopausia, y tiene unas cuantas piedras en su mochila. El espectador la va acompañar a ese debate sobre su secreto: qué hago, me callo, hablo, me quedo sin trabajo...", cuenta la actriz.

También las jóvenes

Junto a ellas, completan este historia coral dos chicas, a las que dan vida Paula del Río (‘El internado: Las Cumbres’) y Paula Mirá (‘El pueblo’), cuya juventud no debería permitir la invisibilidad, pero que no disfrutan sus mejores años como debieran. Por quedarse la primera la huérfana de Pilar, con lo que debe enfrentarse sola a cumplir sus sueños con su escaso capital, y por ser carne de centro de acogida y maltrato, la otra, en constante proceso de integración. 

El drama de todas esas mujeres pasa por momentos de humor: el que le ponen en ocasiones para echar para adelante en su día a día. Y su permanente estado de esclavitud vital desaparece en esos instantes de libertad en los que las sueña su difunta amiga --una bailarina frustrada--: danzando juntas al son de diferentes ritmos --que sirven de título y de colofón de cada capítulo--. Un soplo de aire fresco que deja al espectador con una sonrisa en la cara.  "Bailar es muy liberador, y Héctor ha utilizado muy bien ese arma para aligerarlas. Además, es algo como muy loco, y rompe con esa realidad", comenta Pujalte.

El objetivo final que no esconde la serie, además del de entretener, lo cumple. Y así lo cree Lolita: "Es una serie necesaria, porque dignifica y le pone voz a esas camareras de hotel. Las hace visibles. Y la gente va a tomar conciencia. Pero también le da visibiliad a mujeres de una cierta edad, que tenemos cosas que contar, que todavía podemos atraer a un hombre, que todavía podemos hacer mucho por esta sociedad...". Solo invisibles para quien no sabe mirar.