ESTRENO

'Servant (temporada 4)': el misterio de Shyamalan alcanza su máxima tensión

Arranca la temporada final de este 'thriller' sobrenatural con el director de 'El sexto sentido' y 'El bosque' como inspirado 'showrunner'

'Servant (temporada 4)': el misterio de Shyamalan alcanza su máxima tensión

'Servant (temporada 4)': el misterio de Shyamalan alcanza su máxima tensión / Apple TV+

Juan Manuel Freire

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No, no es demasiado tarde para ponerse al día con 'Servant' y llegar a tiempo a la emisión, dentro de unos pocos meses, de su final definitivo. Al fin y al cabo, uno de los mayores aciertos de M. Night Shyamalan como 'showrunner' ha sido apostar por los episodios de solo media hora. Casi todo es fibra narrativa en este 'thriller' psicológico desdoblado en extraña 'sitcom': una odisea de sectas, maternidad y autoengaño que, de ahí en parte el aroma de telecomedia, se desarrolla prácticamente en un solo espacio, sin que eso sea un fastidio sino uno de los encantos.

Hablamos de la idílica casa adosada del matrimonio Turner en, claro, Filadelfia, la ciudad de Shyamalan, tan predominante en su obra. La reportera televisiva Dorothy (Lauren Ambrose) y el chef experimental Sean (Toby Kebbell) quisieron superar una pérdida irreparable haciéndose con un bebé 'reborn' que se convirtió, quizá por mediación de la misteriosa niñera Leanne (Nell Tiger Free), en bebé en toda regla. Han seguido giros argumentales de toda clase y calado, a menudo apasionantes, a veces en exceso ilógicos. Las justificaciones para seguir manteniendo una convivencia imposible pueden ser cada vez más frágiles, pero es fácil perdonar los juegos con la lógica en una serie cada vez más rendida al surrealismo

Al principio de esta cuarta y última temporada, han pasado tres meses desde que Dorothy sufriera cierta caída fatal. ¿Torpeza o pequeño empujón telequinético de Leanne, cuyos poderes no han dejado de crecer episodio a episodio? Quizá nunca se sepa. Como si todo aquello no hubiera ido con ella, Leanne prepara una fiesta de bienvenida para una Dorothy que, según su hermano Julian (Rupert Grint), amante de la canguro, para más señas, preferiría seguir en el hospital. Sean, mientras tanto, se ha convertido en un nuevo Gordon Ramsay en un efectista 'reality' grabado en su ciudad. Los padres del pequeño Jericho son más bien la canguro y su amante. Así es 'Servant'. 

Pero antes del regreso de Dorothy al hogar, malsano hogar, habremos podido disfrutar de un episodio en forma de prólogo que ya cuenta entre los mejores de la serie. Sola ante el peligro de la Iglesia de los Santos Menores, de la que huyó tiempo atrás, Leanne ha de jugar con fuerzas invisibles para sobrevivir a un juego claustrofóbico de gato y ratón que arranca como 'Cujo' y acaba un poco como 'Los pájaros'. Stephen King y Alfred Hitchcock: dos dioses para Shyamalan. El amor, por otro lado, es recíproco: King adora 'Servant'.

Detrás de esta media hora sublime encontramos al prometedor director Dylan Holmes Williams (premiado en Sundance con el corto 'The Devil's harmony'), ya firmante de algunos episodios de la anterior temporada. Otra firma curtida en la serie, Kitty Green ('The assistant'), se encarga de un segundo capítulo centrado en una plaga relativamente inesperada y el recrudecimiento de la batalla entre Leanne y Dorothy: pasan a los mordiscos. De nuevo, Green, fan de Chantal Akerman, se marca grandes planos generales, además de algún travelín de elegancia suprema. 

Y literalmente de la familia, hija mediana de M. Night, es la emergente cineasta Ishana Shyamalan, que en el episodio de espiritismo 'Vessel' demuestra de nuevo llevar el talento en la sangre: siempre coloca la cámara en sitios interesantes; a veces buscando visiones estáticas a la vez que desestabilizadoras, otras haciendo gala de los movimientos más controlados.

Tanto en este como en los dos anteriores episodios, el compositor Trevor Gureckis ('Tiempo') instala el nervio en el cuerpo con sus sonidos cada vez más oscuros y pesados, ese caos preciosamente organizado. Los siete capítulos restantes apuntan a perfecto pandemonio. 

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