Serie controvertida

Alexandra Jiménez y la polémica de 'Escándalo': "Espero que la serie genere preguntas, conflictos y dudas"

'Escándalo', la serie de Telecinco acusada de blanquear la pederastia

La actriz protagoniza la nueva ficción de Telecinco, donde interpreta a una mujer de 42 años que inicia una relación con un chico de 15

Alexandra Jiménez, en 'Escándalo. Relato de una obsesión'

Alexandra Jiménez, en 'Escándalo. Relato de una obsesión' / MEDIASET

Marisa de Dios

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Aurora Guerra, la creadora de la serie de Telecinco 'Escándalo. Relato de una obsesión', buscaba a una actriz "muy valiente" para interpretar a Inés, la protagonista de esta ficción que aborda el descenso a los infiernos de una mujer de 42 años que, tras un intento de suicidio, inicia una relación con su salvador, un chico de 15. Desde un primer momento pensó en Alexandra Jiménez (Zaragoza, 1980). "Ya con esos ojos te conmueve", apunta la guionista. Y a ella no le dio miedo sumarse a este proyecto tan controvertido, al que han llegado a acusar de blanquear la pederastia.

¿Se esperaban el revuelo que levantó la serie incluso antes de su estreno? 

Yo nunca espero nada en concreto. Ahora lo que quiero es que la gente vea los ocho capítulos y que le generen preguntas, conflictos y dudas, que es de lo que va esto de contar historias.

A 'Escándalo' la han acusado incluso de blanquear la pederastia. 

La serie es claramente una tragedia en la que el conflicto principal ya se plantea como un delito. Si no tuviéramos una situación límite no podríamos contar esta serie y el camino hacia el infierno por el que transitan los personajes.

¿Cree que las redes han sido injustas con la serie? 

La naturaleza de este trabajo es contar historias con conflictos y poner a los personajes en un brete para observar su comportamiento, ahondar en la naturaleza humana con sus cosas buenas y sus miserias. Si eliminamos los conflictos contaríamos historias maniqueas que solo se acercarían al pensamiento conveniente de lo que es considerado la buena moral. 

¿No pensó que se podía meter en un berenjenal por este personaje? 

Yo pensé en la dificultad que me suponía como actriz y si me sentía con las herramientas suficientes para defenderlo o no. Partiendo de esa base, si me ofrecen 'Macbeth' tampoco podría hacerlo, ni 'Otelo'. Y, sin embargo, son las grandes historias de la humanidad porque representan la naturaleza humana con sus luces y también con sus comportamientos aberrantes. Y de eso va la serie.

¿Cree, como dice Aurora Guerra, que ha sido valiente por aceptar el personaje? 

No lo sé. Para mí es un ejercicio personal muy interesante defender un comportamiento tan alejado del mío, una personalidad tan destructiva como Inés, tan absorbente, tan victimista a veces, tan inconsciente, kamikaze, un personaje tan oscuro, turbio y, al mismo tiempo, que a mí me conmueve por lo perdida que está y por la falta de red de seguridad que tiene a su alrededor. Por eso he decidido afrontarlo, porque es algo completamente diferente que también me va a hacer aprender como ser humano. 

¿Ha llegado a entender ese personaje tan oscuro? 

Sí, es mi trabajo. Decidí hacer la serie porque consideré que podía llegar a entenderlo, a pesar del comportamiento aberrante que puede llegar a tener. Esa es tal vez la parte valiente.

"La serie es una tragedia en la que el conflicto principal ya se plantea como un delito"

¿Le ha costado no juzgarla? 

No. Al principio, cuando leía los guiones sí que tenía un juicio, pero en el momento en que empezamos a investigar y a trabajar lo primero que hice fue librarme de ese juicio. Mi cometido es defenderla hasta el final, sin tener en cuenta las piedras que le caigan encima.

Su personaje empieza la serie en su momento más bajo, intentando suicidarse, pero luego trata de tomar el control de una relación destructiva. ¿Definiría su personaje como víctima o verdugo?  

Inés es víctima de sí misma, de su mente, de su falta de autoestima, de cómo exprime cualquier atisbo de afecto a su alrededor y cómo va aniquilando todo lo que le rodea porque tiene una personalidad destructiva contra ella misma y los demás. Así que es tanto víctima como verdugo.

¿El personaje vive esta relación con culpa?

Precisamente una de las grandes taras que desembocan en este comportamiento tan disfuncional es que ella pide perdón por todo. Lo de enamorarse de manera desesperada y enfermiza de un menor por supuesto que le genera culpa, porque está cometiendo un delito. Se obsesiona de manera enfermiza con él y arrambla con todo. Pierde los papeles, la razón, y es pura impulsividad, visceralidad e inconsciencia. Cada acto que va cometiendo es peor que el anterior y acaba estallando por los aires. Es un camino al infierno. 

¿Se la juzga más duramente por ser mujer? 

Sí. Si lees 'Lolita', de Nabokov, te presentan a un hombre torturado y casi víctima de la niña, algo que no deja de ser curioso... Es un melón que, si lo abrimos, no acabaríamos nunca.

¿Cómo abordaron las escenas más íntimas? 

Fue más cómodo de lo que pensaba en un principio. Tuvimos una 'coach' que también es actriz, Laura Toledo, que nos dio las claves. Pudimos hacer ejercicios, compenetrarnos muy bien, coger confianza el uno con el otro, escucharnos... Luego, en el set, en los huecos que podíamos nos apartábamos y nos concentrábamos juntos. 

¿Le dio consejos a su compañero, el joven Fernando Líndez? Porque es su segunda serie, después de debutar con 'Skam España'.

Siempre lo he sentido como un igual. Muchas veces me he quedado fascinada por su aplomo porque tiene una seguridad en sí mismo y una templanza que otros con más experiencia probablemente no tengan. Absorbe como una esponja, pero desde la tranquilidad, desde la calma. Tiene mucho instinto, mucha facilidad para conectar y para escuchar, y es muy emocional. Además es muy generoso. Así que para mí ha sido mucho más fácil trabajar en esta serie gracias a él.